El rostro es una de las partes de nuestro cuerpo que mas atención necesitan, sobre todo, conforme va pasando el tiempo. Lo mismo sucede con nuestro pelo. La hidratación es fundamental, por lo que es importante hacer uso de algunos aceites como puede ser el aceite de comino negro, que aporta numerosos beneficios en ambas zonas.
Este aceite proviene de las semillas de comino negro, que se prensan en frío y de ellas se obtiene un ‘elixir’. Este proceso se desarrolla así para que no se pierdan ni se alteren ninguno de sus beneficios. Está compuesto por un 50% de ácido linoleico, es decir, un ácido esencial de la familia omega-6 y que será muy beneficioso para el sistema cardiovascular.
Por todo ello está indicado para quienes quieren cuidar la piel del rostro. Este aceite podrá ayudar a luchar contra el acné, la psoriasis y la dermatitis atópica. Para aplicarlo, lo más recomendado es que se compre el aceite de comino de mayor calidad, eligiendo el aceite prensado en frío de alta calidad y, a poder ser, de cultivo ecológico.
Para proceder a su aplicación, lo más importante será echar el producto sobre la piel con cierta moderación. Así se podrán evitar los posibles efectos adversos que pueda tener, ya que no todas las pieles son aptas para este tipo de aceite y puede dar lugar a diferentes reacciones como es el caso de intolerancias o alergias.
En el caso del cabello, lo más recomendable será aplicar un poco del aceite en la zona de las puntas. Además, como ya hemos comentado, servirá para revitalizar aquellas partes que no tengan el brillo natural o que estén dañadas, por lo que lo mejor será aplicar a aquellas partes que estén más estropeadas y masajear después de cada lavado. Este tipo de aceite lo podrás encontrar en cualquier herbolario.