Cuentan los ecos sociales, como en las fiestas de antaño, que había una cumbre de influencers de moda en un lugar del Mediterráneo al ponerse el sol. La cita era la boda, en Jávea, de Marta Lozano y Lorenzo Remohi.

1. Los novios. Ellos no podían fallar. Guapos son y guapos estaban. Ella mediterráneamente bella.

2. Laura Matamoros y su verde pistacho divino. Tan fresh, tan ad hoc. Tan todo.

3. Teresa Andrés Gozalvo seguramente llevó el vestidazo de la boda. Aunque no fuese mi opción top, que se la queda Laura Matamoros, se merece parte del podio.

4. María Fernández Rubíes y sus flores aplicadas en su rosa chic.

5.  El coral de Anna Ferrer Padilla era muy del sur y de estío.

6. María Pombo se hizo fluida con su amarillo satinado.

7. Su hermana Marta fue de las pocas en corto y lo celebro, porque así es la correcta ceremonia de boda. Su fucsia de mangas abullonadas era perfecto.

8. El naranja es el color de un verano soñado. Así estaba de onírica Laura Escanes.

9. El vestido con rosetón rojo de Meri Lozano.

10. Natalia Coll confió en ese talismán que es siempre un gris cuando se lleva al perla.

1. Que Madame de Rosa nunca deja mudos a los cronistas es cierto. Que a mí pocas veces me rechifla su look, también. A su dos piezas de top y falda plisada le falta algo, si sesgabas la mirada al plano americano se quedaba en un top playero.

2. El vestido acuarela de Dulceida no me gustaba en nada, ni en su color, ni en su patrón… Ni esas mangas. Era estridente y cero exquisito.

3. En el lado opuesto estaba María García de Jaime que pocas veces falla, pero ayer se vistió como de otoño para el fuego costero y eso la hizo errar. 

4. Luc Loren se me enfadará de nuevo, pero su traje de cebra amarillo era de aullido.

Y esto, en una boda con tanto chico mono vestido de ceremonia clásica, podría hasta haber sido un puntazo pero no, se quedó en el error de la estridencia absoluta.