"La sociedad está llena de frikis, no me interesa"
Confiesa que su hija Sofía le 'hace recauchutados' de vez en cuando
En el Madrid histórico hay un callejón que cobija a una dama. No es madrileña Posadas pero ha sabido beber de su sociedad hasta desnudarla. Los libros, también los suyos, reciben al visitante en casa de Carmen. Puertas inglesas con cristales de espejo conforman una caja secreta en un hall en el que ella, divina, vaqueros ajustados y jersey de punto verde ciñendo curvas, baila vestida de sonrisas. LO MEJOR DE LA ENTREVISTA AL FINAL DEL TEXTO]
La última vez que nos vimos Carmen ibas con casco y enfundada en cueros
Sí. Hace una temporadita de eso. Unos cuatros años.
¿Tanto?
Sí. El tiempo pasa volando.
¿Eres motera?
Mi primera reencarnación, es decir, mi primer marido era muy motero. Tuve motos bastante grandecitas eh.
¿Qué significa mi primera reencarnación?
Quiere decir que yo me he casado dos veces y cada matrimonio ha sido una reencarnación íntegra porque cambias de amigos, de casa, de marido, de vida.
Ah, como en el Ikea, redecoras tu vida
Exacto. (Sonríe).
La gente tiene una imagen de ti de mujer seria de Alta Sociedad y resulta que eras una motera encuerada
Y Y con casco. Tuve una Suzuky y una Kawasaki. Me las robaron las dos así que ya no tengo moto.
¿Ya no montas?
Mi hija Sofía tiene moto y me la presta de vez en cuando pero noto ya que la vejez… (Risas).
La vejez… ¿Qué es la vejez para Carmen Posadas?
Buf. Una cosa que está allí acechando.
¿Da miedo?
Antes me daba. Cuando era pequeña decía que quería morirme a los 30 porque pensaba que nada que pasase más allá de esa edad podía tener interés. Ahora lo voy retrasando un poco.
- : Tan espléndida como siempre. (Gtres)
¿Qué haces para estar con el cuerpo de 30 a pesar del miedo a la vejez?
Me cuido y además tengo a mi hija Sofía que es médico y se dedica a la estética y me hace recauchutados de vez en cuando. Se dedica a la estética pero no es cirugía estética. Son todos los arreglos que se pueden hacer sin bisturí. Botox, rellenos…
¿Y eso es mejor que la cirugía?
Al menos no te pone cara de velocidad.
Es genial que digas esto cuando todo el mundo dice “yo no me he hecho nada, yo es que como muy bien…”
Y bebo mucha agua. (Risas). No me da pudor decirlo. Lo que no me he atrevido nunca es a hacerme un lifting, porque para una que queda bien el resto son una especie de clones horrendos.
¿Esa es nuestra sociedad? Seamos malos con cordura. Antes estabas muy metida en las fiestas de sociedad y ahora estás apartada
Ha sido deliberado por mi parte porque la sociedad se ha vuelto una cosa horrorosa. En mi época tenía su encanto pero ahora es un mundo de frikis y no me interesa estar allí.
¿La sociedad ahora es friki?
Hay una parte considerable. No digo que todo el mundo, por su puesto que no.
¿A quién invitamos a un asesinato?
En esta novela ('Invitación a un asesinato') una mujer de 40, divorciada por quinta vez y arruinada decide convocar a sus peores enemigos para que la asesinen.
¿Cómo defines esta última obra tuya?
Es una novela de amor, lujo y asesinatos. En el fondo es una novela negra tipo Ágatha Christie, tiene todo eso y una ventaja, que se puede leer de dos maneras, como una novela policíaca o como una crítica de sociedad. Es un recorrido por los valores y la falta de ellos en un momento actual. Eso es lo que más me divierte.
¿Cuál es la falta de valores de la sociedad actual?
En curioso. Las crisis sirven normalmente para poner en orden las prioridades y sin embargo esta crisis está exacerbando la frivolidad pero yo espero que tarde o temprano volveremos a la normalidad. Antes le preguntabas a los niños qué querían ser de mayores y contestaban que bomberos, médicos, astronautas. Ahora dicen que quieren ser famosos.
Además creen que famoso engloba todo
Porque no distinguen lo que es fama y popularidad. La fama hoy se utiliza para cualquier mindundi que sale en la televisión y eso es popularidad. Fama es Amstrong que pisó la luna, pero si entra por esta puerta nadie sabe quién es. Sin embargo todo el mundo conoce estos personajes de hoy tipo Paris Hilton.
¿Te gusta Paris Hilton? (Risas)
Es una mamarracha absoluta.
¿Por eso te apartaste del mundo social y de lo mediático?
Nunca me gustó mucho estar en el candelabro, que diría alguna (risa), muy a mi pesar estaba allí porque estaba casada con Mariano y el mundo económico que había sido muy anónimo se puso en el punto de mira. Todos tenemos nuestro afán de protagonismo y exhibicionismo pero el mío se reduce porque no me interesa que me reconozcan por la calle. No quiero ser un personaje del couché. Tengo otro tipo de vida.
Eres una escritora vocacional. ¿No da rabia que ahora te entrevistemos como lo que eres, la escritora de estas novelas maravillosas, y antes eras la mujer de…?
Era como molesto pero yo siempre tuve muy claro que tenía que tomar caminos para que me reconociesen por lo que yo era y así pasó. Ahora estoy traducida a 22 idiomas, estoy donde yo quería estar.
¿Cómo se vive de escribir en un momento y en un país en el que la gente no lee?
Es curioso. La gente no lee tanto pero todo el mundo escribe.
Bueno dicen que escriben (risas)…
Bueno lo intentan, y me parece fantástico. Muchas veces no saben lo que entraña. Es mucho esfuerzo en un mundo muy incierto y sin embargo es maravilloso que tanta gente quiera intentarlo. Me enternece, me emociona.
Cuando hablas con la gente no se acuerdan ni de lo que tienen en la mesilla
Ahí discrepo un poco porque si vas en el tren o en el metro todo el mundo está con un libro y antes no pasaba. Hay mucha gente que antes no leía y ahora sí. A lo mejor no leen a 'Kierkegaard' y leen a 'Harry Potter', pero por algo se empieza.
Fetiches de la literatura. ¿Qué te gusta?
Desde Proust a Santa Teresa pasando por todos los ingleses. Mi autor de cabecera es Dickens porque permite dos tipos de lectura. Para pasar un buen rato de lectura, divertirse y llorar muchísimo, y esa lectura intelectual de gente muy preparada. Es difícil encontrar autores que tengan esos dos tipos de público. El popular y el intelectual. Dickens es el maestro en eso así que yo le copio algunos trucos.
¿Eres una fabuladora?
Me gusta mucho contar historias y recalcar la sociedad en la que vivimos. Es lo que hacía Dickens en su época y es lo que intento hacer yo modestamente en la mía.
¿Hace mucho que no vas a tu país?
Estuve el año pasado en Uruguay, siempre voy en Navidad porque mi madre vive allí. Ahora está muy bien. Está viviendo su mejor época, es una nueva era de prosperidad.
Hablemos del rincón del escritor. El taller donde se fabrican los sueños en forma de libro. ¿Necesitas un hábito? ¿Eres una oficinista de la escritura?
Ese ideal que tiene la gente del escritor que se toma cuatro litros de whisky y se fuma un cartón de tabaco es un mito.
¿Nunca has fumado?
Sí y lo dejé por acoso porque me gustaba mucho fumar. Como te decía ahora casi todos los escritores somos oficinistas. Yo soy diurna, me levanto muy temprano y escribo hasta la hora de comer cuando no tengo viajes y conferencias. Me prohíbo levantarme de la silla. Me digo “Carmencita te prohíbo levantarte de allí”.
¿Siempre en el mismo lugar o puedes escribir tirada en la cama, en un sofá…?Siempre en la misma silla y de espaldas a la ventana.
¿Eres maniática?
No. Es porque si veo la calle y hace sol quiero salir. Eso siempre por las mañanas, por las tardes se supone que leo. Digo se supone porque pertenezco a la generación sándwich, tengo madre y tengo nieto. Cuando no voy corriendo a ver a mi madre voy corriendo a ver a mi nieto.
Cuando se casaron Carmen Martínez Bordiú y José Campos, Peñafiel le preguntó a Campos en una entrevista que qué libro descansaba en su mesilla. Éste dijo que el Marca. ¿Cómo ves que se confiese esto?
Es genial. (Risa)
¿Es un crimen no leer?
Por supuesto que no y me encanta que lo diga porque otro habría dicho “no yo suelo leer a....
A Kafka…
Sí (risas), me cae muy bien además José Campos.
¿De qué personajes reales te gustaría escribir?
La persona que más admiro de este mundo es Nelson Mandela, y admiro a poca gente más.
¿Mantienes amistades de tu época de esplendor social?
Sí, ya lo creo, y tengo muchos amigos. Salgo pero no doy cuartos al pregonero.
Te vi en 'Sálvame' hace poco… Me gusta, porque a veces convertimos en demonios a ciertos formatos y cuando a uno le llaman para entrevistarle debe ir a todos los sitios…
Claro que sí. El programa, en su género, está muy bien hecho y es muy inteligente. El contenido te puede gustar más o menos pero está muy bien hecho. Jorge Javier es un gran presentador.
Y un gran lector…
Es verdad.
Yo no soporto que cuando uno hace ciertos formatos parece que se convierte en eso y que no hay otra cosa en su vida. Detrás del entretenimiento de la televisión hay muchas cosas. ¿Vas a Sálvame y qué te dicen los puristas?
Ten cuidado, te van a hacer picadillo, dónde te estás metiendo. Pero como decía Óscar Wilde no hay preguntas incorrectas sino respuestas imprudentes.
¿Te gusta Wilde?
Me encanta. Era un hombre inteligente con gran frivolidad y mucha profundidad al mismo tiempo. La gente cree que está reñido. Yo defiendo la frivolidad precisamente porque la vida, como decía Wilde, es demasiado seria como para tomársela en serio.
A veces la frivolidad se convierte en un cuchillo de doble filo. ¿Qué te parece el libro de libro de Ricky Martin y que salga del armario en una biografía publicitada?
No creo que tenga que recurrir a esto para vender más discos, lo debe hacer por otras razones, no por dinero. Ha debido sufrir mucho.
¿Esto es candidez Carmen?
No, no, no. Lo pienso absolutamente. Con un concierto creo que ganaría más.
No sé yo, tal y como está hoy el mundo musical…
Bueno sí, ahora se han vuelto todos como juglares… (risas). Me parece tremendo que en esos mundos tan liberales haya gente que no pueda hacer pública su inclinación sexual porque se queda sin trabajo.En realidad yo criticaba el hecho de publicitarlo, por supuesto no el que salga a la edad que salga de donde quiera salir.
Seguimos hablando de nuevos libros. ¿Conoces a Beatriz Trapote?
La he visto por ahí, sí. (Sonrisa).
Ha escrito un libro reinventando el Kamasutra, un libro que al parecer ya estaba escrito hace años y publicado… ¿Entiendes este engaño de poner nombre a los que otros escriben?
En este caso no sé bien lo que ha pasado pero yo reivindico que la gente escriba sus propios libros, el resto es oportunismo.
Colegas que te gusten…
Quiero felicitar a Matute que acaba de conseguir el Premio Cervantes y me alegro mucho, es la tercera mujer que lo obtiene.
Maravillosa mujer y maravillosa escritora…
Maravillosa mujer y escritora, cierto. Me gusta Javier Marías… Yo creo que hay una oferta muy variada hoy en día. Es muy enriquecedor.
¿No hay rivalidad?
No. Yo creo que no. En otras épocas los escritores estaban todos juntos y creaban un caldo de cultivo de envidias y rivalidades, Ahora como no existen estas capillitas es un mundo mucho más sano, y nos encontramos por ahí.
Haciendo bolos…
Sí, (risas) hacemos bolos.
Hablemos de cosas divinity…
Me parece divino una súper comilona con un champagne rosado y un postre que me encanta que es suflé de dulce de leche.
¿Esto es como una Esther Williams muy cabaretera metida en una copa de cóctel? (Pregunto mostrando la portada de su libro. 'Invitación a un asesinato'. Planeta, 2010).
Esta muñequita es la primera Barbie que existió. Se habla en la novela de un cóctel azul, el cianuro espumoso, el nombre del barco donde transcurre la trama y en vez de poner… ¿cómo se llama este palito para remover los cócteles?
Un agitador
Eso. Pues pusieron como agitador a la primera Barbie.
Yo te veo muy dentro de esa copa. ¿Te ves así?
Me lo tomaré como un piropo. (Risas).
¿A quién invitarías a un cianuro espumoso?
Me gustaría borrar del mapa a este señor ridículo de Corea de Norte con cara de huevo. Un presidente vitalicio que está montando una dinastía.
¿Te gusta la política? ¿Cómo ves el país?
No especialmente. Lo veo muy alterado. Todo el mundo se tira de los pelos por cualquier cosa y hay polémicas ridículas. Hay que intentar solucionar los problemas, no perderse en quién tiene la culpa.
¿Qué le recomendarías leer a Zapatero? Puede ser tuyo.
Pues esta 'Invitación a un asesinato'.
¿Crees que la Princesa de Asturias lee?
Seguro que sí. Es una mujer culta.
¿Qué le mandarías tuyo?
Uno muy adecuado. 'Hoy caviar, mañana sardinas'. Es una especie de memorias de lo que es la vida de hijos de diplomáticos en el mundo. Un día estás comiendo caviar con la Reina de Inglaterra en Buckingham Palace y al día siguiente un bocadillo de sardinas en una oficinucha de Kuala Lumpur. Las luces y las sombras de todo en la vida.
¿Ha pasado muchos momentos de sardinas Posadas?
Parto de la base de que me encantan las sardinas.
A mí también
Si costaran como el caviar serían un plato solicitado y exquisito. No por ser baratas son malas.
¿Ha habido momentos malos?
No puedo decir que en mi vida haya tenido momentos de necesidad pero sí ha habido momentos difíciles. He tenido una vida como de montaña rusa.
Hay gente que cree que algunas personas que viven bien no sienten ni padecen y que todo es bonito…
Se aprende mucho de los momentos difíciles, que todos los pasamos. Me quedo con una frase que le oí decir a una chica que había perdido las dos piernas en el atentado del 11M. Le preguntaban que cómo había cambiado su vida. Ella dijo,”la diferencia es que antes pensaba en lo mucho que me faltaba por conseguir y ahora en lo mucho que tengo”. En los momentos difíciles uno valora lo que tiene. Yo también he pensado en lo que tengo y no en lo que me falta.
¿Recuerdas a Mariano en esos momentos?
A menudo, sí.
¿En qué estás ahora?
En una biografía. Me gusta cambiar de género. Es una biografía de una mujer, no por feminismo, en todo caso soy postfeminista, pero sí pienso que hay mujeres destacadas que han pasado inadvertidas por ser mujeres. No tengo muy decido aún el personaje. Estoy haciendo un casting.
¿Y cómo va el casting?
(Risas). Tengo ya alguna finalista.
Algo que detestes en el mundo social y de la comunicación y algo que te encante aunque no te pase nunca.
Me aburre que los periodistas, no es tu caso porque me has hecho preguntas muy distintas, siempre pregunten las mismas cosas y se las copien de unos a otros o de internet. Y el resto me suele gustar todo.
¿Eres siempre tan correcta?
No, suelo ser políticamente incorrecta.
Un capricho en la vida, un fetiche...
No soy muy fetichista. No colecciono ceniceros…
Eso sería un fetiche horrible Carmen
No tengo más fetiches salvo que me gustan los libros.
En tu casa reciben los libros. ¿Es el hall del escritor?
Es que no tengo más sitio y me van invadiendo.
El pecado próximo que quieres cometer…
Todo el mundo dice la gula. Pero no sé…
¿O no eres pecadora?
Sí. Y te voy a decir el pecado que me gustaría evitar. El de omisión. La cantidad de cosas que uno deja de hacer. Me reprocho más lo que no he hecho que lo que he hecho.
Yo espero que peques con placer. Cuando un peca y goza, sin fastidiar a los demás, se convierte en virtud y deja de ser pecado.
Es una buena filosofía.
Bucearemos en esta copa, tenga cianuro o lo que sea. Mil gracias Carmen, como siempre.
A ti, a ti.
Nos levantamos de un inmaculado sofá en el salón de Carmen. Un salón que vigila la historia de un Madrid señorial que se filtra por las persianas. La Posadas pisa una mullida alfombra como si flotara. Como si todo fuese limpio y fácil. Nos levantamos de un inmaculado sofá en el salón de Carmen. Un salón que vigila la historia de un Madrid señorial que se filtra por las persianas. La Posadas pisa una mullida alfombra como si flotara. Como si todo fuese limpio y fácil.