Los vestidos de encaje rojo triunfan en los photocalls
Más o menos transparencia: al gusto de las consumidoras
Quizá no haya arrasado en los desfiles, pero lo que es la alfombra roja se ha visto últimamente plagada de estos modelitos que buscan explotar el capital sensual de sus portadoras: encajes carmesí para vestidos que dejan entrever más o menos según quien los lleve.
En los DGA Awards la actriz Shailene Woodle utilizó el encaje rojo en un vestido largo. Para que las transparencias no coparan portadas, debajo se puso otro vestidito negro (nada que ver con el encaje naranja y la lencería de Jean Paul Gaultier que se puso Fergie en los Grammy, destinados al escándalo). Eso sí: para su mayor comodidad (siempre a costa de la estética) los diseñadores de Valentino le añadieron bolsillos bajo el encaje.
La cantante Jessie J también eligió ir de largo a los Brit Awards, pero prefirió arriesgar un poco más y aprovechó el encaje para cubrir los senos (alguien recordó que en el 2000 ya lo había hecho Halle Berry en los Oscars). En la parte inferior, simplemente añadió una braga del mismo tono. Más sensual y atrevida, pero también en sintonía con la unidad del conjunto. Ese vestido, por cierto, es el protagonista de la publicidad de sus diseñadores, Falguni Shane Peacock, esta primavera.
En los mismos premios la ex-Spice Emma Bunton replicó el estilismo, pero enfundada en vestido y medias negras tupidas debajo. Es este un outfit como de andar por casa. Definitivamente, el más fácil de replicar. Eso sí: se ganó un puesto entre las peor vestidas del evento, así que ándense con ojo. Tan solo unos días antes, su tocaya Emma Watson se enfundaba en un Valentino con encaje en el cuerpo y volumen en la falda para una fiesta pre-Bafta de Lancôme. ¿El resultado? Un pezón transparentado y la constatación de que la prenda sentaba mucho mejor a las modelos del show que a la propia Watson. Eso sí, al menos lo intentó.
En cuestión de vestidos con falda de tubo hasta la rodilla, hay que recurrir a los últimos estilismos de Jennifer Carpenter y Stacy Keibler. La primera eligió un Emilio Pucci en tono vino para los SAG Awards. Su encaje estructurado era tan correcto como prescindible y anodino. La segunda fue al desfile de Marchesa (presuntamente en busca de algo que ponerse en los Oscars) luciendo encaje. El tiempo que le quede como novia de George Clooney lo va a lucir lo mejor que pueda. Qué duda cabe. ¿Alguien se anima?