El coronavirus ha frenado de muchas formas nuestras vidas, pero por suerte gracias a las medidas de contención podemos seguir haciendo muchas cosas, y desde la llegada de la nueva normalidad muchas bodas se han seguido celebrando, aunque de forma muy diferente, con reducción de invitados, menos baile y la presencia de las mascarillas. Y toda boda trae consigo una luna de miel, que si antes la tenías planeada para visitar Nueva York, las Maldivas o Australia parece que ese gran viaje va a tener que esperar un poco. Si quieres una luna de miel sí o sí, te mostramos algunas de las islas españolas que pueden convertirse en el destino perfecto para los primeros días de matrimonio.

Un clásico, unos días en las Islas Baleares es una idea que difícilmente se puede rechazar, y Mallorca puede ser el destino perfecto, más aún ahora que no hay tanto volumen de turismo y te permite conocer la isla de una forma mucho más tranquila. Lo bueno de Mallorca es que puedes disfrutar del mar y de la montaña. Por una parte están sus espectaculares calas de arena fina con aguas turquesas de las que no querrás escapar, pero también tiene monte, por lo que pasear y admirar la vegetación que brota en la isla más grande del archipiélago es otro plan ideal para vuestra luna de miel.

La llamada isla de los volcanes es un espectáculo, con playas tan impresionantes como las de Papagayo o la de Famara, pero llena de lugares únicos como Timanfaya, la Cueva de los Verdes o los Jameos del Agua, lugares que los caprichos de la naturaleza ha querido hacer únicos y que el artista César Manrique acondicionó para su visita. A la tranquilidad y paz de Lanzarote se le pueden unir unos días extra en su hermana pequeña, La Graciosa, la octava isla, donde la tranquilidad reina todos los días del año y desde donde puedes embarcarte en excursiones para conocer el resto del Archipiélago Chinijo.

La isla de las baleares más fiestera está algo más tranquila ahora que estamos en pandemia, por lo que si buscas tranquilidad pero con un toque de diversión puede que este sea el momento perfecto para planear tu luna de miel en Ibiza. No todo es playa en este destino paradisiaco, pues la isla ofrece una gran oferta gastronómica y paisajística donde cada rincón que encuentres será especial. Coger un coche y perderse por sus carreteras encontrando los lugares menos conocidos te enamorará de la parte más desconocida de Ibiza.

Es conocida como las isla del meridiano y también es la más aislada del archipiélago canario. Si quieres conocer las costumbres y las tradiciones de las islas El Hierro es perfecta porque aún están muy presentes, ya que no hay grandes ciudades, ni carreteras, ni centros comerciales. El Hierro es pura tranquilidad y naturaleza, un lugar donde descubrir nuevos paisajes y admirar el contraste del azul del mar con el paisaje volcánico y el verde de los bosques de sus cumbres. Y si hay algo que no te puedes perder para el primer viaje como matrimonio en la isla son los baños en sus piscinas naturales y la puesta de sol desde el Faro de Orchilla.

Formentera es uno de los destinos más paradisiacos de toda España. Esas aguas cristalinas y sus playas de arena blanca son todo un reclamo durante los 365 días del años. Pero Formentera es mucho más que tostarse al sol y darse agradables baños en sus aguas, navegar en velero por su costa es una actividad de lo más top hasta ver el atardecer desde el barco, aunque adentrarse en la Formentera más profunda y descubrir todo su interior o sus impresionantes acantilados te harán recordar esa luna de miel como un viaje más que especial.

Si algo tiene particular Tenerife es la cantidad de microclimas que recoge, pues mientras que en un pueblo puede estar lloviendo como nunca puedes coger el coche y en solo cinco minutos de trayecto encontrarte un sol que raja las piedras. Una visita obligada es el Teide, el punto más alto de España, pero si quieres ir a la playa te retamos a probar algunas del norte, de arena negra, con las del sur, de arena amarilla y decidir cuál te ha gustado más. Eso sí, no te puedes ir sin dar un paseo por el magnífico casco antiguo de La Laguna.