Las lágrimas de Camilla Parker Bowles durante su viaje por Australia: el curioso incidente

Camilla Parker Bowles ha sufrido un curioso incidente durante su viaje por Australia con Carlos III, y es que la reina ha terminado llorando ante la incredulidad de todos los presentes. Todo comenzó mientras ambos participaban en una actividad en Siumu Village (Samoa), momento en el que Camilla comenzaba a tener fuertes molestias en un ojo. 

De pronto, puede que debido a la lluvia, las partículas del aire o cualquier insecto, la reina comenzaba a tocarse el ojo de manera insistente, hasta que ya no pudo soportarlo más y comenzaba a lagrimear. En es momento, comenzaba a llorar de manera incontrolable ante la atenta mirada de Carlos III y el resto de los presentes, que no terminaban de entender qué le pasaba.

A pesar de que Camilla intentó esconder su molestia durante un rato, llegando a usar incluso un abanico para aliviarse, nada parecía surtir efecto. Por suerte, finalmente la esposa de Carlos III lograba controlar la situación e incluso se lo tomaba con humor. Gesto al que se unía su esposo en señal de apoyo cuando ella giraba la cara para mirarle.

Lo cierto es que este viaje de los reyes de Inglaterra está siendo bastante movido, sobre todo porque no han faltado las polémicas. Hace apenas unos días, se daba a conocer que un supuesto hijo ilegitimo de la pareja había amenazado con plantarles cara. Charles Dorante-Day, un ciudadano británico de 58 años y residente en Australia, llevaría años exigiendo una prueba de ADN para poder demostrar quién es realmente. Es más, habría compartido sus intenciones abiertamente en redes sociales, donde ha lanzado varios mensajes que han llegado a preocupar a los servicios de seguridad de Carlos III.

De ahí, que hayan extremado preocupaciones y vigilen muy de cerca al hombre en cuestión, sobre todo durante la estancia de los reyes en los territorios de la Commonwealth. Según su versión Carlos y Camilla le habrían concebido cuando tenían apenas 17 y 18 años, siendo posteriormente puesto en adopción, asunto en el que también se vio implicada Isabel II.

Esto se suma a la preocupación ya existente respecto al verdadero estado de salud del monarca. Carlos III decidía cancelar su tratamiento para seguir adelante con el viaje, lo que hizo saltar las alarmas sobre cómo se encuentra en medio de su enfermedad. Un cáncer que le era diagnosticado casi al mismo tiempo que a su nuera, Kate Middleton.

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