El impresionante salón de la casa de Raquel Sánchez Silva: columnas, paredes de espejo y televisor escondido
La presentadora, auténtica apasionada del diseño, lleva años instalada, junto a su familia, en un magnífico piso en pleno centro de Madrid
El salón, amplio y luminoso, es la pieza fundamental de la casa mezcla lo antiguo y lo nuevo, y cuenta con antigüedades y piezas de diseño
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Una década lleva instalada Raquel Sánchez Silva en su actual casa. Fue en 2014 cuando la presentadora se mudó a un espectacular piso situado en pleno centro de Madrid, que había pertenecido anteriormente al decorador Luis Puerta. La extremeña suele mostrarse siempre bastante celosa de su vida privada, la que desde hace años comparte junto a su chico, Matías Dumont, y sus dos hijos, los mellizos Mateo y Bruno, aunque últimamente se ha mostrado algo más abierta respecto a su intimidad. El interior de la vivienda es la mayor excepción a esta regla no escrita: Raquel ha mostrado en varias ocasiones cómo es por dentro su hogar. Y en él juega una pieza clave su espectacular salón, que puedes conocer en detalle dando 'play' al vídeo que encabeza esta noticia.
La vida íntima de Raquel Sánchez Silva junto a su pareja y sus hijos
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En sus apariciones públicas, así como en sus redes sociales, Sánchez Silva suele dar buena cuenta de sus proyectos profesionales, de su día a día, y también de sus pasiones. La moda o el deporte se encuentran entre estas últimas. Y papel destacado tienen entre sus aficiones el interiorismo y el diseño, además de interesarle en gran medida los muebles antiguos y las obras de arte. Como ha explicado en ocasiones, Raquel disfruta mucho de su hogar, de darle un sentido a sus espacios, ya que considera que tiene un importante impacto en su estado de ánimo y en su salud mental. El confinamiento de la primavera de 2020 fue una oportunidad, según sus palabras, para resignificar buena parte del domicilio.
De todo ello da buena cuenta el interior de su céntrico piso de ciento ochenta metros cuadrados, en el que, pese a mantener elementos de su anterior propietaria, también ha querido dejar huella de su personalidad. El estilo mezcla el clasicismo de la estructura original del edificio con la modernidad de muchas de sus piezas, incluyéndose un buen número de muebles de diseño entre ellas e, incluso, piezas creadas por la propia pareja, como unas lámparas hechas por Matías o diseños firmados por Raquel. Así ocurre con el comedor que sirve como photocall improvisado para sus looks, la cocina con isla gigantesca, el diáfano dormitorio principal o la habitación de los mellizos, que este 2024 cumplen nueve años y a los que suele proteger del foco.
Así es el impresionante salón de la casa de Raquel Sánchez Silva
Pero el espacio principal de la casa es, sin duda, el salón. La estancia aúna las principales notas características de la vivienda, como la mezcla de lo nuevo y lo antiguo, la luminosidad y la amplitud. Asimismo, están presentes numerosas antigüedades así como piezas de vanguardia. La habitación, de un tamaño considerable, la protagoniza una zona amplia, típicamente de salón con sofás, que en su extremo opuesto conecta con el comedor y el recibidor.
El salón de Sánchez Silva, de forma rectangular, tiene las paredes blancas, cuenta con grandes ventanales con balcón y con espejos que ayudan a multiplicar la sensación de espaciosidad. La estructura clásica del apartamento incluye suelo de tablillas de madera, columnas y molduras en el techo. La chimenea de estilo tradicional pero remodelada preside uno de los extremos, flanqueada por sendos espejos de techo a suelo.
En el centro de la estancia, un espacio con sofás en color beige y marrón claro, con multitud de cojines encima. Alrededor del mueble bajo oscuro y con cristal, que ocupa el centro y que reposa sobre una descomunal alfombra en tonos similares y con formas romboidales, se sitúan varias sillas de diseño.
Al otro lado del salón, y antes de la conexión con el comedor, se encuentra el lugar desde el que Raquel, suele practicar deporte en casa. Es en este lado en el que se sitúan, además, un escritorio de cristal y un curioso mueble, que simula una especie de gran buzón antiguo, y dentro del cual se encuentra, escondido, el televisor. A lo largo de toda la estancia, pero muy especialmente aquí se incluye en todas las paredes cuadros y distintas obras de arte