“A penas comparto mi cara en las redes salvo que tenga algo que decir”. Con estas palabras ha comenzado la cantante Vega una impactante reflexión que ha querido publicar en su cuenta de Instagram sobre la pandemia que ha provocado el coronavirus. Más concretamente, sobre las secuelas que le han dejado a ella esta enfermedad. En un ejercicio de “vanidad”, la cantante ha respondido a una pregunta: “¿quiénes somos llegados a este punto? Y, sobre todo, ¿en qué me he convertido? Yo. Esa detrás de la foto”.
A causa de la pandemia, la cantante se “refugió en un refugio”. Una frase literal con la que ha explicado que empieza a sentirse “víctima” de sus propias prioridades y hasta de sus sueños. “Hace un mes me diagnosticaron una alopecia, secuela del covid. La estoy tratando a ver si hay suerte. Mi espalda está dolorida. Todos los días, a partir de la media tarde, me cuesta aguantar el tipo, a veces me falta el aire y las migrañas se suceden danzando despreocupadas”, ha explicado en sus redes sociales. “De ahí la vanidad de una foto con pelo mientras dure. No me asusta, ya me vi rapada al cero por voluntad. Sea como fuere mi cabeza seguirá igual de redonda, igual de terca, igual de obstinada, igual de tierna, igual de fría, igual de llena que a fin de cuentas es lo que más me importa”.
Durante sus salidas a la calle, Vega confiesa ser “la loca que mira mal y perjura en silencio” cuando ve una mascarilla mal puesta o un grupo de personas saltándose las normas. “Hay días que me hablo sola y me repito ‘no seas la cascarrabias que gruñe por todo’, ‘la gente tiene que vivir para no morir en vida’, ‘¿a caso tu misma estás bien en tu encierro absoluto 100% voluntario?' No no estoy bien”, añade.
Más allá de las secuelas que le ha dejado el virus, la cantante ha querido hablar también de “cada negocio cerrado, cada autónomo agonizando, la hostelería, la cultura y en adelante muchos otros cayendo al pozo del olvido”, es decir, el complicado momento que está viviendo la sociedad a causa de la pandemia. “No hemos llegado a este punto solo por las buenas/malas acertadas/desacertadas decisiones de todos los que nos gobiernan nacional y regionalmente. Hemos llegado a este punto por que la tasa de idiotez en cada país indica que la estulticia es el único recurso inagotable del planeta”, escribe. La cantante considera que “no hay sentido de la comunidad, ni ganas de que lo haya”.
“Esa soy yo ahora. La que ya no sabe qué pensar y camina ausente. Ausente pero decidida, porque encontraré la forma de volver a vivir. Tengo esa determinación a sobrevivir a todo lo que me planta cara. Cosas de reinas de carne y raspa. Cuidaos mucho. Sensatez, vivid y dejad vivir, que no es poco”, han sido las palabras con las que ha terminado su reflexión.