La polémica parece perseguir a Valeria Ros allí por donde pasa, porque la cómica no sabe hacer las cosas a medias y cada vez que aparece sobre un escenario o en un programa de televisión lo da todo, algo que no gusta a todo el mundo. Su sentido del humor, para muchos es hilarante, pero para otros es excesivo y un tanto ordinario, pero se ha convertido en su seña de identidad. 

A lo largo de su carrera han sido varios los formatos donde ha estado demostrando su valía. Ha participado en programas de radio y televisión, siendo en esta última donde más se le ha podido ver, un medio en el que no es nada sencillo hacerse un lugar y donde no todo depende del talento y el trabajo. Es habitual que compagine varios proyectos a la vez, algo que no siempre es posible y le obliga a tener que escoger.

El programa de las sobremesas en el que participaba ha sido su casa durante mucho tiempo y allí ha compartido grandes momentos de su vida. Allí anunció su embarazo y también confirmó el final de su relación con el padre de su hija, el italiano Antonio Muscogiuri.  

"Yo tenía una pareja dentista... Después del primer día teníamos un cepillo de dientes en cada casa. Yo por quedar bien y él porque es dentista. Y era un vínculo tan fuerte que ya seguí. Y por eso ahora mismo... ¡Te quiero, Federica!", con estas palabras la propia Valeria anunciaba el final de su relación y dejaba claro que para ella, su hija era su prioridad. 

Una relación de la que no era la primera vez que hablaba, aficionada a contar experiencias personales durante sus intervenciones. Gracias a su naturalidad se pudo saber que, cuando se quedó embarazada, Antonio era su expareja, pero decidieron darse una oportunidad que finalmente acabó en ruptura.

Federica nacía en 2020 y la de Getxo volcaba todo su amor en ella, afrontando la maternidad como madre soltera, una experiencia dura, pero gratificante. “Creo que es algo muy visceral, muy animal. En mi caso, quiero ser la mejor madre del mundo, aunque a veces me quiera morir de la cantidad de trabajo y el estrés que tengo”, decía para la revista Hola. 

La naturalidad es uno de sus rasgos principales, para hablar de la maternidad, pero también de sexo o de sus historias familiares, como al revelar que su madre la castigó internándola en un colegio en Dublín tras organizar una fiesta con 13 años.

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