María Pombo muestra el recuerdo más especial junto a sus hijos: “No podré parar el tiempo pero sí congelarlo"

En enero del pasado año, María Pombo cerraba una nueva etapa y abría las puertas de la casa de sus sueños después de vivir dos años en una vivienda situada en el norte de la capital. Desde entonces, son varias las ocasiones en las que ha mostrado a través de sus redes sociales las estancias del lugar donde tanto ella como su marido Pablo Castellano, así como sus dos hijas, viven a día de hoy.

María Pombo enseña el recuerdo que ha creado junto a su hija Vega

Ahora, la influencer ha mostrado el que sin duda ya se ha convertido en el rincón más especial de su casa. Y es que la que en junio de 2023 dio la bienvenida al mundo a su segunda primogénita ha decidido inmortalizar las huellas de la pequeña en un tablón de cerámica personalizado: “En febrero le hicimos las huellitas a Vega y por fin he ido a recogerlas”, ha escrito junto a un vídeo en el que la bebé, por aquel entonces de siete meses tal y como reza el objeto, depositó con ayuda sus diminutas manos y pies.

El resultado final lo ha mostrado a través de otra fotografía en la que además, ha querido añadir una pequeña reflexión con la que hace referencia al rápido crecimiento de la menor de sus hijas: “No podré parar el tiempo pero sí congelarlo en un marquito de madera”, ha afirmado.

Ya hizo lo mismo hace un par de años cuando Martín tenía solo cinco meses aunque en aquella ocasión solo incluyó el pie izquierdo y la mano derecha del mayor de los hermanos. Es por ello que ahora ha explicado que son de sus “recuerdos favoritos”: “Amo tener esas manitas y piececitos para siempre enmarcados. Con arruguitas incluidas”.

El nuevo marco, tal y como la influencer ha enseñado en una última instantánea, ya ha sido colocado junto al que ya existía en una de las estanterías del salón de su domicilio.

Así es la casa en la que vive la influencer con su familia

Pombo, junto a Castellanos y los pequeños Martín, de 3 años, y Vega, a punto de cumplir 1, residen en un chalet unifamiliar ubicado en una de las urbanizaciones más exclusivas de Madrid. La casa, valorada en dos millones de euros, está formada por 620 metros cuadrados alojados en una parcela de 1330 metros cuadrados. Además de dos plantas y un sótano, tiene una sala de juegos, un cine, piscina y zona de reunión con barbacoa.