¿Cuál es la mejor postura para bañar a un bebé recién nacido de forma segura y cómoda?
El baño del recién nacido será uno de los mejores momentos del día.
Será muy importante saber qué hacer para que el bebé se sienta cómodo y relajado.
Por ejemplo, habrá que cuidar su postura y saber cuál será la mejor en cada momento.
El baño del bebé puede convertirse en uno de los mejores momentos para el pequeño y sus padres. Serán esos minutos del día en el que el bebé se sentirá más tranquilo y, además, será el comienzo de la hora de dormir. Eso sí, será muy importante tener clara cuál es la mejor postura para bañar al pequeño, ya que no siempre será fácil.
El tipo de bañera es muy importante
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Habrá que darle importancia al tipo de bañera. Lo mejor será que, en los primeros meses, se use una bañera pequeña y que sea especial para bebés. Una vez que ya se mantenga sentado se podrá cambiar a una más grande. Esta debe ser estable y resistente y, además, debe estar realizada en materiales no tóxicos. Tampoco debe tener nada que pueda ser peligroso para los pequeños, como esquinas puntiagudas u orificios.
Cuándo se deberá bañar al pequeño
Una duda frecuente será en referencia a cuándo bañar al pequeño por primera vez. Si no existe ninguna contraindicación, se podrá realizar lo antes posible e integrarlo en la rutina de noche, algo que ayudará al bebé a relajarse para dormir. No será obligatorio bañar al pequeño durante sus primeros días de vida, ya que es recomendable dejarle que se absorba la vérnix caseosa.
Cuál es la mejor postura para bañar al bebé
El primer paso a la hora de bañar al bebé será preparar todas las cosas antes de empezar. Para ello, la bañera debe estar limpia, la esponja enjabonada con jabón neutro, la toalla preparada cerca de la bañera y la crema, el pañal y la ropa ya preparada en el cambiador.
De la misma forma, será importante comprobar la temperatura del agua, que tiene que estar entre 36 y 38 grados. Se recomendará comprobar la temperatura con un termómetro, que acabará convirtiéndose en tu mejor aliado.
Para proceder al baño, habrá que poner al bebé boca arriba. La posición en la que se encontrará más cómodo será con nuestro brazo por detrás de su nuca y la mano en su axila. De esta manera, con la cabeza siempre fuera del agua, el pequeño tendrá la cabeza apoyada en nuestro brazo y se sentirá cómodo y seguro.
Lo siguiente será lavar la cabeza y el cuerpo y, luego, cambiar la posición para limpiar la zona de la espalda y el culito del bebé. Así, se dará la vuelta con el objetivo de poder lavar la parte de atrás. En este caso, habrá que colocar la mano mientras que se coge al bebé por debajo de la axila y se gira para que quede boca abajo. Cuando esté listo solo quedará enjuagarle, sacarle del agua y secarle bien.