¿Se puede poner la epidural si la embarazada tiene un tatuaje?
La epidural es la anestesia más utilizada para aliviar los dolores de parto
Se administra en la zona lumbar, donde es posible que tengas un tatuaje
Y en ese caso hay que valorar si puede suponer un impedimento para la anestesia
Los tatuajes que tenga una mujer antes de quedarse embarazada no afectan en nada a la gestación. Eso sí, a la hora de pensar en el parto, una de las muchas preguntas que le pueden surgir a la futura mamá es si se puede poner la epidural si tiene un tatuaje en la zona lumbar, donde se hace la punción para administrar este tipo de anestesia. Despejamos las dudas que puedas tener al respecto para que puedas tomar las decisiones que más te convengan a la hora de planificar tu parto.
La anestesia epidural y el parto
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La famosa epidural es un tipo de anestesia que se utiliza de manera frecuenta para aliviar el dolor durante el parto. Es una anestesia local que se administra en la columna vertebral y que adormece la parte inferior del cuerpo. De esta forma se reducen o eliminan los dolores de parto. La inquietud cuando se tiene un tatuaje en la zona lumbar es si se podrá administrar la epidural y si va a ser efectiva. Por lo general, no hay ningún problema en poner la epidural con un tatuaje, pero hay algunas cosas que deberías tener en cuenta.
Informa a tu médico
Es crucial que tanto el anestesista como el obstetra que hace el seguimiento de tu embarazo estén informados de que tienes un tatuaje en la zona lumbar. Ellos serán los que podrán determinar si tu tattoo puede afectar a la epidural y su efecto.
El tamaño del tatuaje
Cuando el tatuaje es pequeño, es más fácil que el anestesista encuentre la forma de rodearlo sin complicaciones. Así, además, se puede asegurar de que el tatuaje no interfiera con la absorción de la anestesia. Si se trata de uno grande, tendrá que examinarlo con detenimiento para encontrar el mejor punto de punción y adaptar la técnica si es necesario.
Cada caso es único
La evaluación de los profesionales será determinante para decidir si es posible o no administrarte la epidural. Lo esperable es que no haya ningún inconveniente, pero serán ellos, el obstetra y el anestesista, los que tengan la respuesta que estás buscando.
Lo esencial es que en todo momento se evalúe qué es lo mejor para ti y así puedas tener un parto con las mejores condiciones y vivir ese momento tan especial sin preocupaciones añadidas. Cada caso es único, como única será tu experiencia en la aventura de la maternidad.