Meses después de anunciar que había perdido al bebé que esperaba -y posteriormente contar el motivo-, Soraya Arnelas está completamente centrada en su faceta como artista y, por supuesto, como mamá. Si por algo se caracteriza la de Extremadura, es por ser todo un libro abierto con sus más de cuatrocientos mil seguidores que acumula en sus redes sociales. Ahora, la intérprete de Qué Bonito ha compartido una profunda reflexión en donde ha hablado como nunca sobre sus hijas, Manuela y Olivia, de siete y dos años respectivamente. ¡Te lo contamos!
"Hace mucho tiempo que empecé a hacer oídos sordos de aquellos que se empeñan en dar instrucciones de cómo debemos vivir nuestras vidas. Nos quejamos de que no existen manuales para ser mejores padres, hijos… pero "ellos" parecen tener la clave de todo. Me voy a centrar una vez más en lo que más quiero que son mis hijas, mi vida y mi libertad", ha comenzado diciendo la cantante en sus redes sociales. A través de unas fotos que "le robó Michael", su marido, la artista ha relatado que "lleva pensando un tiempo en cómo enseñan los hijos, lo diferentes que son y todo lo que aprenden con ellos".
En el texto en el que aborda, una vez más, la maternidad, Arnelas ha aprovechado la ocasión para contar cómo son sus hijas, muy diferentes entre ellas: "Manuela es toda bondad, tiene el corazón de su padre, es bondadosa, humanitaria, es un alma bohemia. Me hace admirarla y me enorgullece como está creciendo, lo responsable que es. Me inspira para ser mejor persona".
"Luego esta Olivia, que es el reflejo de todo eso que me pone a prueba, tiene un carácter que no le cabe en ese cuerpo tan pequeño, es temperamental, te busca, te reta, te tira las cosas mirándote a los ojos sabiendo que no lo hace bien... te saca de quicio y te lleva a limites que no le permitirías jamás a nadie, solo a ella, porque la amas por encima de todas las cosas. Es adictiva, te saca de quicio y después viene con un abrazo, una caricia y te da un beso diciéndote "Me he portado bien" y tú solo quieres echar espuma por la boca y morir de amor", ha dicho sobre la pequeña de la casa.
Finalmente, la artista ha dejado claro que estas instantáneas tomadas por su compañero de vida, se tomaron "tras un momento de crisis hace unas horas en su casa": "Me quede callada, no quería discutir. Olivia estaba imposible. Manuela vino a abrazarme porque sabía que me pasaba. Al rato vino Olivia repartiendo besos, como si no hubiese pasado nada, tras intentos de romper la vajilla una y otra vez. Y todo se acaba, porque así es el amor. Así es la realidad de los hijos. Tanto que aprender…".