¿Desde cuándo puedes ponerle chupete a tu bebé?
El chupete puede ser una gran ayuda para calmar al bebé
Sobre todo cuando su llanto no desaparece por otros medios como alimentarle o arrullarlo
Te contamos cuándo puedes empezar a usarlo y por qué
El llanto de un bebé puede ser desesperante para los padres, y no solo porque sea molesto, sino porque a veces por mucho consuelo que intenten ofrecerle no consiguen que el pequeño se calme. El chupete en estos casos puede ser de gran ayuda, aunque se trata de una decisión que debe tomarse conociendo bien las ventajas y posibles inconvenientes. Además, es necesario saber desde cuándo se le puede poner el chupete a un bebé, porque por mucho que llore o parezca necesitarlo, hay ciertas recomendaciones que deberíamos tener en cuenta.
Ventajas e inconvenientes de dar el chupete
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La principal ventaja que encuentran los padres en el chupete es que puede ser una gran ayuda cuando el bebé llora y no se calma aunque se le dé alimento, le cambien el pañal, le arrullen o le canten. Cuando el bebé padece enfermedades como la otitis, el chupete puede ser un gran alivio. Para muchos expertos, además, el uso del chupete puede disminuir el riesgo de muerte súbita del lactante.
Entre los inconvenientes, el más destacado es que puede interferir en la lactancia materna cuando todavía no está bien establecida, ya que la succión del chupete y del pezón de la madre son muy diferentes. Y pensando a largo plazo, si un bebé comienza a usar chupete, en algún momento habrá que empezar el proceso de dejarlo, que para muchos niños resulta complicado.
Cuándo se puede dar el chupete al bebé
La recomendación de los expertos es esperar a que el bebé haya cumplido 4 o 5 semanas de vida antes de ofrecerle el chupete. El motivo no es otro que evitar que el chupete interfiera en la lactancia materna, y pueden pasar varias semanas hasta que esté bien establecida.
Si no es así, la succión puede “engañar” el hambre del bebé y hacer que se salte alguna toma, algo que no le conviene en absoluto. Además, como hemos dicho antes, es diferente la succión del chupete a la del pezón, y si no está bien acostumbrado a succionar de la madre puede viciar un mal agarre, causando dolor y grietas en el pecho materno.
Cuando la lactancia es artificial
Cuando el recién nacido se alimenta con leche artificial, no existe el riesgo de interferencia que veíamos en la lactancia materna, por lo que puede empezar a usarlo antes. Además, hay quienes lo recomiendan porque puede ayudar a evitar la muerte súbita del lactante, al igual que ayuda la lactancia materna, por lo que si el bebé usa biberón puede ser un punto a favor.