La moda es cíclica, de eso no cabe duda, y si en los últimos años aquellas corrientes que defendían los excesos día y noche han sido las que más se han visto en pasarela y Street Style, ahora parece que lo que destaca es lo opuesto. En un mundo saturado de ostentación y exceso, poco a poco ha ido surgiendo una tendencia en la industria que aboga por la elegancia discreta y la sofisticación sin pretensiones: el llamado lujo silencioso. Un concepto que hace referencia a que la verdadera calidad y el lujo no necesitan ser anunciados a gritos, sino que se manifiestan a través de la atención al detalle, los materiales de alta calidad y el diseño sutil pero impactante.

En contraste con las marcas de moda tradicionales que a menudo se asocian con logotipos llamativos y diseños exagerados, las firmas que encarnan el lujo silencioso adoptan un enfoque más minimalista y refinado. Sellos que valoran especialmente la artesanía hecha con cariño, los tejidos premium y una exclusividad en donde la discreción apremia.

Una de las características distintivas del lujo silencioso es su enfoque en la durabilidad y la atemporalidad. En otras palabras, en lugar de seguir las tendencias efímeras, las prendas y accesorios de estas marcas están diseñados para perdurar a lo largo del tiempo, tanto en términos de calidad como de estilo. Esto significa que las piezas de lujo silencioso son inversiones a largo plazo, destinadas a ser apreciadas durante años, en lugar de ser relegadas al olvido después de una sola temporada. Una idea que se opone al ‘fast fasion’ y que defiende eso de “mejor tener poco y que sea bueno”.

Este auge de no presumir y huir de la ostentación sin precedentes que tanto se llevaba últimamente nos hace plantearnos que las reglas del juego de la moda están cambiando. ¿Qué tiene este lujo silencioso para triunfar tanto en la actualidad? En un mundo donde la sostenibilidad y la autenticidad son cada vez más importantes para los consumidores conscientes, el enfoque en la calidad sobre la cantidad resuena con aquellos que buscan un estilo de vida más reflexivo y significativo. Además, no hay que olvidar que se presenta como una alternativa elegante y discreta que se adapta a las sensibilidades contemporáneas.

Varias marcas de moda han abanderado este movimiento ganando reconocimiento por su compromiso con la calidad. Uno de los ejemplos más significativos viene de la mano de Hermès, conocida por su artesanía impecable y su enfoque en la simplicidad elegante. Otra enseña que lo personifica podría ser Bottega Veneta o Jacquemus, que han sido capaces de crear una estética distintiva que se basa en la sutileza y la sofisticación. Otra de las que han hecho gala de este concepto desde sus inicios sería The Row, fundada por las hermanas Olsen, o la firma de Victoria Beckham, cuyas colecciones destacan por sus diseños minimalistas y su atención al detalle extrema.

Trajes de chaqueta, camisetas básicas, camisas monocolor, jerséis de cashmere, zapatillas blancas… En resumen, piezas básicas con buenos acabados en la que la sastrería cobra un papel crucial y que dejan paso a que los complementos las aderecen para hacer de cada look una elección especial.

En resumen, podría decirse que el lujo silencioso representa un retorno a los valores fundamentales de la moda: calidad, artesanía y estilo atemporal.