La romántica declaración de amor de Justin Bieber a Hailey Baldwin: "Prometo amarte todos los días de nuestras vidas"
"Me siento honrado de ser tu marido"
La pareja está pasando la cuarentena en Canadá con la familia del cantante
Justin Bieber y Hailey Baldwin atraviesan uno de sus mejores momentos. La pareja, que abandonó Estados Unidos justo antes de la crisis por el coronavirus, está pasando estas semanas en Canadá con la familia del cantante, que se ha declarado a su chica con un romántico mensaje que ha compartido con sus seguidores en Instagram.
Junto a una fotografía en la que le vemos besando tiernamente la nariz a su mujer, el cantante ha escrito un mensaje en el que comparte su felicidad y jura amor eterno a la modelo. "Querida Hailey, mientras estoy acostado aquí y tú durmiendo a mi lado, pienso para mí cómo fui tan afortunado. ¡Eres humildad, alegría y ganas de crecer! Me siento honrado de ser tu marido. Prometo amarte todos los días de nuestras vidas.Buenas noches Hailey, espero que leas esto por la mañana y sonrías."
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La pareja se confiesa con sus seguidores
Parece que el confinamiento ha animado a la pareja ha mostrarse sin tapujos antes sus fans. Año y medio después de su boda, han decido compartir una serie de 12 capítulos contando en los que mostrarán sus casa y contarán aspectos desconocidos de su relación, tal y como han hecho en el primer capítulo.
Justin y Hailey no han dejado indiferente con esta primera entrega de este 'reality'. Con una gran sinceridad, la pareja ha contado a todos sus seguidores cómo se sintieron la época en la que se separaron y que, según afirman a día de hoy, fue lo mejor para ambos ya que les sirvió para encontrar el equilibrio que necesitaban y retomar con más fuerza una historia de amor que acabó en boda el pasado mes de septiembre.
Las excentricidades de su segunda boda
Aunque se casaron en 2018 en secreto en Nueva York, en septiembre de 2019 la pareja decidió celebrar una segunda ceremonia en Carolina del Sur. A diferencia de la primera, en esta ocasión la pareja decidió celebrar una ceremonia religiosa que costó unos 250.000 dólares y que fue celebrada en Montaje Palmeto Bluff, un lujoso hotel que cuenta con capilla y enormes salones.