Tamara Gorro: "No estoy mal con Ezequiel porque nos llevamos bien, somos unos afortunados"

El pasado mes de diciembre, un año después de anunciar que estaban atravesando una crisis matrimonial que lograron superar, Tamara Gorro comunicaba a través de sus redes sociales que su historia de amor con Ezequiel Garay, padre de sus dos hijos, había llegado a su fin. La protagonista de esta historia, que arrancaba de esta forma una nueva etapa "por separado", lo primero que hizo fue destacar “el amor profundo” que siente por el exjugador de futbol, la persona que le ha hecho tan feliz “durante todos estos años”, adelantando que le tendrá respeto “de por vida”.

"Por mi propia salud, no quiero hablar sobre este tema, ya que no me hace bien, es algo muy doloroso”, nos hacía saber hace dos meses la empresaria, que revindicaba en la alfombra roja de la segunda edición de los Premios Ídolo su propósito de mantener en un segundo plano su vida sentimental puesto que no quiere “meter la pata” de nuevo, en una clara referencia a los rumores, informaciones y la presión mediática a la que estuvieron sometidos tras airear sus intimidades. "Se nos ha hecho pasar tan mal con la separación, sobre todo a Ezequiel, al que se le ha dado mucho, que prefiero no decir nada", argumentó entonces.

En una distendida charla con esta cabecera, Gorro nos comentaba en qué punto está su relación con el deportista. “No estamos mal porque nos llevamos bien. Creo que soy una afortunada, que él es un afortunado y que nuestros hijos lo son también”, nos compartía su punto de vista la influencer, que reconoce que “cuesta mucho” adaptarse a un “cambio de vida” de tal calibre. “Peor o bastante más difícil lo tienen las personas que no tienen relación con sus exparejas, y no es mi caso. Sería quejarme de vicio”, asume.

En esta entrevista exclusiva, Gorro también respondió con amabilidad a la pregunta de si tiene de nuevo la puerta abierta al amor. "No me lo he planteado, no te voy a engañar", no se ha planteado este asunto la de Mostoles, que nos recordaba que, de tener una nueva pareja, lucharía por mantener su relación alejada del foco mediático.

"De mi vida sentimental no voy a hablar nunca, aunque mañana esté con siete hombres posando o siete mujeres. No voy a hablar porque meto la pata, hablo demasiado y una tiene que aprender de sus errores. Tú no puedes hablar demasiado y luego decir 'oye, no digas esto'", quiere ser consecuente con sus actos.