Tamara Gorro pide ayuda por una secuela física derivada de su depresión: "Voy al médico a que me vea"
Tamara Gorro va a pedir ayuda médica para tratar una de las secuelas físicas de la depresión que padece
A la empresaria se le está cayendo el pelo y le están saliendo algunas calvas en la cabeza
Era octubre de 2021 cuando Tamara Gorro quiso compartir con su familia virtual que estaba atravesando por un momento personal bastante complicado. Un problema de salud mental le obligó a desaparecer una temporada de las redes sociales para centrarse en cuidarse, en seguir las recomendaciones de sus médicos y tratar de tener "la fuerza suficiente" para volver a ser la de siempre. Una mochila vacía en la que había ido metiendo piedras fue la metáfora que empleó para explicar la caída personal que había sufrido debido a algunos problemas que arrastraba de la infancia.
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Cuatro meses después, con la separación del padre de sus hijos de por medio, la influencer le puso nombre a su enfermedad, depresión en grado bastante grave con trastorno y ansiedad mental, descubriendo en este tiempo a su familia virtual las secuelas físicas que arrastra desde el diagnóstico. Por ejemplo, la exmujer de Ezequiel Garay sufrió una importante bajada de peso por culpa de su estado, concretamente 12 kilos, pero también influía un problema digestivo por el que tuvo que ser intervenida hace unos días.
De la misma forma, a través de su cuenta de Instagram, Tamara visibilizaba a principios de este mismo mes otra de las “malditas consecuencias” de su depresión. “Cada vez más. Llego a tener calvas por algunas partes de la cabeza, pero también pasará”, explicaba junto a una imagen en la que se podían apreciar los mechones de su pelo caídos. Una dura realidad que intentará poner solución con ayuda médica, tal y como explicaba este mismo domingo frente a la cámara de su móvil.
Tamara Gorro acude al médico para frenar la caída del cabello
“El tema del pelo, es verdad que no deja de ser pelo, que crece. Y si no crece, pues mira… Pero es como: ‘joder, una cosa más’, ¿sabes?”, asume que probablemente lo está llevando peor de lo que debería. “Yo tenía muchísima cantidad de pelo. ¿Os acordéis de lo largo que lo tenía? Mañana voy al médico a que me vea”, intentará reforzar su salud capilar con ayuda de especialistas. “Y no veis las calvas… Pero bueno, ¿qué le vamos a hacer?”, intenta que esto no le influya en su estado anímico.
La salud de nuestro cabello está íntimamente relacionada con nuestro estado de ánimo. Ante una caída temporal del cabello, se recomienda acudir a profesionales para que establezcan un tratamiento adecuado que ayude a conservar el pelo existente, dándole mayor grosor y más densidad. La alopecia en este tipo de casos suele ser transitoria y una vez superada la enfermedad, con la ayuda de tratamientos específicos, Tamara debería recuperar la mayor parte del cabello perdido.