"Buena esa de que me esté dando un ataque de ansiedad y tenga que estar esperando", con esta indignación Carla Vigo le explicaba a sus casi 30 mil seguidores el motivo por el que acabó la noche del lunes en el Hospital de La Princesa, de Madrid, donde fotografiaba la pulsera que certificaba su presencia mientras esperaba a ser atendida por el personal sanitario.
La sobrina de la reina Letizia no aclaraba cuál era el origen de su problema. Nuestros compañeros de ‘El Español’ se pusieron en contacto con ella para saber qué había pasado. "Estaba en la calle, me empecé a encontrar mal y fui a urgencias. Fue ahí donde me empezó la ansiedad", les comentaba. Con respecto a si había acudido sola o la acompañaba su actual pareja, Álvaro, no quiso dar respuesta, lo que sí dejó claro a este medio fue su enojo por el trato recibido en el hospital.
No es de extrañar que Carla haya compartido esto con su comunidad, ya que si hay una palabra que define sus redes sociales es la naturalidad. La joven de 21 años no ha tenido nunca problemas en hablar abiertamente de cualquier asunto personal, incluidas su orientación sexual, el varapalo que supuso la pérdida de su madre cuando era una niña, la relación actual con sus primas, la dieta que sigue o su situación sentimental.
A pesar de este susto -que puede ser algo puntual sin mayor importancia- la realidad es que Carla está atravesando una de sus mejores etapas vitales. La hija de Érika Ortiz ha cumplido su sueño de debutar como actriz de la mano del bailarín Rafael Amargo, convirtiéndose en uno de los rostros habituales de los eventos más relevantes del panorama social.
A esto hay que añadir que, en los últimos tiempos, la prima de la princesa Leonor ha ido ganando seguridad en sí misma, es más, hace unas semanas subía en su perfil su primer posado veraniego en ropa de baño, tumbada en una hamaca. Una fotografía con la que la joven daba carpetazo a cualquier tipo de complejos, pese a las duras críticas que tuvo que afrontar.
“Sabía que algún comentario malo iba a caer porque es así, pero no entiendo para qué perdéis el tiempo en tirar hate (odio)”, no entiende que haya gente que haga este daño gratuito. “Por comentarios de mierda como los que me ponéis no me había atrevido a subir este tipod e fotos hasta ahora. ¿Pero sabes qué pasa? Que sé que los que ponéis este tipo de cosas estáis amargados y no tiene ningún tipo de sentido haceros caso”, estaba a punto de llorar por el acoso que recibe habitualmente, ya sea por su físico normativo o por ser ‘sobrina de’.