Ruth Lorenzo sufrió anorexia y bulimia tras la separación de sus padres: "Me daba vergüenza"
Ruth Lorenzo ha pasado gran parte de su vida sufriendo trastornos alimenticios
La cantante ha contado cómo consiguió superar la anorexia y bulimia gracias al amor de su familia
Mormonismo, trastornos alimenticios y una pareja en el anonimato: Ruth Lorenzo, más allá de la música
"Papá y mamá ya no se quieren". Aquella fue la frase que marcó un antes y un después en la vida de Ruth Lorenzo. La separación de sus padres le hizo "un agujero en el corazón" que intentó llevar en la mayor soledad posible con la intención de no ser una carga para su madre y sus hermanos. "Lo llevaba dentro y ahí empecé a desarrollar trastornos alimenticios", contó hace dos años en una charla con Samantha Villar.
MÁS
Hasta los quince años consiguió que nadie se diese cuenta y no sospecharan nada. "Yo tenía mis trucos y mis cosas para que no se dieran cuenta. Llegué a autolesionarme", recordaba entonces la cantante, que consideraba que si hacía algo mal "merecía un castigo".
Lo que comenzó siendo anorexia desarrolló una bulimia que no se curó hasta que cumplió más de treinta años. "Fue largo, duró años. Recaída no voy a tener. Cuando tengo algún momento en el que tengo un poco de tristeza o no estoy bien lo que hago es cantar", explicaba en el espacio de cuatro.
La recuperación de Ruth Lorenzo, marcada por el apoyo de su familia
En su última aparición en 'Masterchef', Ruth Lorenzo ha vuelto a recordar aquella etapa que marcó tantos años de su vida. La cantante ahora mantiene "una relación muy buena" con la comida, pero desde los nueve años tuvo que hacer frente a la anorexia y la bulimia. "Conseguí salir con mucho tiempo, mucha paciencia, mucho amor de tu familia y mucha terapia. Ahora soy una mujer que come feliz", le ha comentado a Jordi Cruz.
Hace años explicó que la anorexia y la bulimia fueron una forma "de torturarse para no mostrar ese dolor a los demás" que le había producido el cambio de vida tan radical a raíz de la separación de sus padres. Quiso vivirlo sola, sin que nadie se diese cuenta de lo que estaba ocurriendo. "Me hizo sentirme muy sola. No podía contar nada, me daba vergüenza".
Ese secretismo fue una forma de proteger a su madre, que "ya bastante había tenido en su vida". Ahora está segura de que no volvería a tener una recaída y tras tanto sufrimiento le llegó el éxito. Esos años fueron un aprendizaje para ella y la música, así como el apoyo de su familia, fueron claves imprescindibles para su recuperación.