Céline Dion se ha visto obligada a cancelar su gira europea de 2023. La cantante, a través de sus redes sociales, ha contado que sufre una enfermedad neurológica rara que se llama Síndrome de la persona rígida y que afecta al sistema nervioso central y le provoca espasmos musculares. La artista, que tiene 54 años, ha explicado que estas secuelas le afectan "a todos los aspectos" de su vida y que, en ocasiones, también le dificultan a la hora de "caminar" y no le permite "usar las cuerdas vocales como lo hacía antes", motivo por el que no puede realizar su próxima gira de conciertos.
Muy emocionada, tal y como se puede ver en los vídeos que ha compartido en sus redes, la cantante canadiense ha querido dar visibilidad a esta enfermedad rara ante los más de 5,3 millones de seguidores que acumula en Instagram. "Un gran equipo médico trabaja junto a mí para ayudarme a ponerme bien, y también me dan esperanza y apoyo mis hijos. Todo lo que sé hacer, lo que he hecho en mi vida y lo que más amo es cantar", ha explicado a sus fans.
Céline Dion también ha aprovechado para agradecer los mensajes que ha recibido y decir que se siente "en el camino de la recuperación". "Os echo mucho de menos. Siempre doy el 100% cuando realizo mi espectáculo, pero mi condición ahora no me permite hacerlo. No tengo más remedio que concentrarme en mi salud en este momento”, ha dicho emocionada. Estas palabras nos recuerdan que la última vez que pudimos verla en un escenario fue en el año 2019, justo antes de cancelar su siguiente gira por culpa de la pandemia. Ahora, por culpa de su enfermedad, la cantante se ha visto obligada a cancelar de nuevo su gira y posponer las fechas para el año 2024.
Es un trastorno del sistema nervioso central que causa rigidez muscular progresiva y espasmos, tal y como ha explicado la propia artista. Se trata de una enfermedad autoinmune que afecta a una persona entre un millón y, lo más importante, no tiene cura. Por eso no existe un tratamiento como tal, pero sí se intenta aliviar los síntomar específicos de cada paciente y dar medicamentos que ayuden a reducir la rigidez y los espasmos musculares. Es habitual que afecte más a las mujeres que a los hombres y los síntomas suelen aparecer entre los 30 y los 60 años de edad.