La regla es algo hormonal y, por eso, en algunas ocasiones se nos escapa de nuestro control y sabiduría. Sí que es cierto que somos nosotras mismas quienes tenemos más conocimiento sobre nuestro cuerpo y sabemos cómo funciona. Por eso, notaremos cuándo nos va a venir el periodo, si los dolores son normales y, también, si hay alguna alteración en el color del mismo. Pero, ¿cuándo deberemos preocuparnos?
Lo cierto es que a casi todas las mujeres, antes de tener la regla, les llega un periodo que suele ser más oscuro. Esto será totalmente normal porque será el preludio a la regla que tendremos en esos mismos días. Sí que habrá que tener en cuenta cómo se desarrolla esa menstruación. En el caso de que este primer sangrado tenga una tonalidad más café, sí que habrá que consultarlo con un profesional.
El sangrado por implantación que suele ser aquel que se produce cuando el embrión se implanta en el útero suele producir un sangrado de color más oscuro. Por eso, siempre que tengamos la certeza de que podemos estar embarazadas, será importante comprobar cómo evoluciona este sangrado.
Por tanto, para entender nuestra regla será de vital importancia que nos centremos en el color de la misma. Lo primero que debes saber que esto estará condicionado por el endometrio, que se trata de la mucosa que está en el interior del útero y que albergará, en el caso de que se produzca , el óvulo fecundado y el embrión. Además, este todo los meses crece, se descompone y se regenera, lo que hará que se produzca la regla.
Durante el ciclo menstrual, el endometrio pasará por dos fases distintas. La primera de ellas se producirá cuando la mujer acaba de finalizar con el periodo y el recubrimiento está limpio y, la segunda, que se da a la vez que se nutre la mucosa del endometrio. Si no se produce embarazo, esta mucosa se expulsará, por lo que, en algunas ocasiones, el sangrado tendrá una textura que puede ser más fibrosa.
Este sangrado estará formado por agua, células muertas, lípidos, proteínas, hormonas y células madres. Por lo que el color irá cambiando, como también lo hará la duración y la cantidad de sangre. Como ya hemos comentado, si observamos un sangrado que es rojo claro o rosáceo, esto suele producirse en esos primeros días de regla, cuando la pérdida de sangre es menor.
En el caso de que el color se mantenga en el tiempo será importante comentárselo a un especialista por si hay algún problema hormonal. También puede ser síntoma de que la mujer ha comenzado con la menopausia.
Lo más normal será que el color de nuestra regla sea rojo intenso, ya que es una sangre reciente. El sangrado suele ser especialmente abundante y líquido. También es cierto que podremos encontrarnos algunos coágulos, lo que será totalmente normal. Eso sí, si dura más de diez días, será importante hablar con un profesional.
Si observamos que nuestro sangrado es marrón, esto suele deberse a que la sangre lleva un tiempo retenida en el útero. Esto suele darse cuando el sangrado es más escaso. Eso sí, si observamos que tiene algunas connotaciones amarillentas o un olor desagradable será de vital importancia que acudamos a un especialista, ya que puede deberse a una infección.
Sí que es cierto que habrá algunos colores que serán más preocupantes que otros. Así, el rosa pálido o muy blanco no será una tonalidad ‘normal’ para la menstruación como sucede como el rojo anaranjado o amarillento. Así, habrá que estar muy pendiente de los coágulos y, sobre todo, de los grumos.