Si la polémica de la primera edición de los Premios Ídolo fue el "vacío" que se le hizo a Natalia Osona, la cual denunció públicamente no haber recibido invitación a la entrega de galardones, la de este este año ha sido de una mayor magnitud.

Horas antes de que se celebrase este acto, Rocío Osorno, que se había mostrado ilusionada días antes con el diseño que tenía preparado para tal evento, anunciaba por sorpresa que no iba a poder ir finalmente. Seguía sus pasos Teresa Bass, que prefirió "ir de cara" con sus seguidores y reconoció que no asistiría porque no estaba de acuerdo con "algunas decisiones" tomadas por la organización.

Este giro de los acontecimientos, unido a la ausencia de creadoras de contenido tan relevantes como María Pombo, hizo saltar las alarmas en redes respecto a qué estaba sucediendo. Dulceida, creadora de estos premios, quiso mojarse en la alfombra roja sobre este asunto, aclarando que sabía únicamente de dos personas que habían optado por declinar la invitación a última hora. "Hay personas que no han venido porque tienen otros compromisos profesionales", ponía de ejemplo a María Pombo, desmintiendo así cualquier tipo de conflicto entre ambas.

Aida Domènech, tras hacer esta puntualización, aprovechaba para explicar por qué no todos los invitados han podido desfilar por la alfombra roja, dejando entrever que este sería el origen del malestar. "No organizo esto, me encantaría que pudiéramos pasar todos, pero es imposible porque nos dan dos horas", reducía todo a cuestiones logísticas, mostrando su convencimiento de que ella no habría actuado de la misma forma.

"Yo a un evento así vendría igual. Hemos preparado un montón de cosas para que todo el mundo esté contento, porque al final es nuestra noche. Y luego ya la gente es libre de decidir lo que quiera", expresaba Dulceida, que quiso dejar claro que "no" está decepcionada con aquellos que han hecho público su desencanto: "Estamos todos aquí, va a ser una noche increíble. Ellos se lo pierden".

Otra de las grandes ausencias fue la de Marta Pombo, que quiso dar a sus miles de seguidores la razón de peso por la que no pudo estar allí "apoyando a amigos y profesionales de Instagram". La mediana de las hermanas no estaba dispuesta a estar de público en una gala en la que se podía premiar a un creador de contenido que, según sus palabras, "creció en seguidores gracias a insultarnos constantemente a mí y a mis hermanas".

De ahí que, aunque le habría "encantado" estar este jueves en el Teatro Príncipe Pío de Madrid apoyando a su gremio, prevalecieron sus valores. "Algo que jamás toleraré es el hate y el bullying de cualquier tipo y hacia cualquier persona. La gente que critica y humilla a cualquier persona no se merece premios ni adulaciones", no quiso dar nombres, aunque todo apunta a que estaría hablando de Telmo Trenado, el cual se llegó a enfrentar con una de las hermanas por los comentarios que profería contra ellas.

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