Elena Tablada ha emitido un comunicado en el que anuncia su retirada temporal de las redes sociales. “No me extrañen por no verme unos días. Me iré para desconectar del mundo y reconectar conmigo. Enterrar patrones tóxicos que me inspiran a buscar niveles superiores de amor y respeto propio. Me iré a sanar mis heridas y soltar lastres que traigo de estos últimos años ilusorios, digerir nuevas revelaciones que desconocía hasta que el universo y la hermandad entre mujeres valientes me abrieron los ojos sobre aquel capítulo para, por fin, pasar página con la compasión que se merece", explicaba a sus seguidores.
La "intención" de la diseñadora es "volver a florecer este jardín pisoteado", tarea que encara con cierto optimismo. "Así lo haré", garantizaba a los suyos en este texto. Una decisión que toma siete meses después de afrontar un duro revés personal. Elena se separó en agosto de Javier Ungría, padre de su segunda hija, tras seis años de relación. La empresaria evidenció por aquel entonces el estado de shock en el que se encontraba, hablando públicamente de este asunto (el que podría haberle empujado a desaparecer públicamente durante una temporada) hace tan solo unas semanas.
Cuando lo hizo, no solo desgranó los motivos del duro final de su matrimonio con el empresario, también comparó el proceso atravesado con Ungría con el que vivió al romper con Bisbal. Tablada se obligó a "tragar todo lo que fuera y a pasar todo lo necesario" para evitar otra desestructuración familiar como la que tuvo al separarse del artista almeriense, reconociendo que llegó a obsesionarse con "no volver a fracasar".
El distanciamiento de Tablada y Ungría fue cada vez mayor, las prioridades de ambos dejaron de ser las mismas y entraron en juego los egos, según ella misma declaró. Las excusas que le puso el empresario fueron "crueles", en palabras de la madre de Ella y Camila, que hubiese preferido la existencia de terceras personas para que todo hubiese sido más sencillo.
De hecho, Elena asemejó todo lo vivido en los últimos meses con haber vivido un duelo, con distintas etapas. Ante la comparación de la prensa sobre lo que vivió en su día con el padre de su primogénita, Tablada establecía una diferencia clara entre ambas rupturas: "Sí, bueno, pasó diferente". La reportera de Europa Press que recibió esta respuesta quiso saber cuál de los dos había sido más dura, algo que ella tuvo muy claro: "Esta, esta", en referencia a la separación de Ungría.