Desde hace siete años somos conocedores del calvario que vivió Tamara Gorro hasta que logró cumplir su sueño de ser madre junto a Ezequiel Garay. Nos lo explicó durante la crisis sanitaria en una conversación con esta cabecera, donde confesó que nos estaba vendiendo una "felicidad que no era". Hasta que un día decidió quitase "un lastre" y dejó de ocultar su calvario. "Yo vi llorar a mi marido una vez, por lo mal que lo estaba pasando, y me sentía culpable. Entonces decidí no hacerle sufrir más", definía aquella época como "una pesadilla".
Años después, tras un largo camino, la creadora de contenido y el exjugador de fútbol lograban formar una familia. Shaila vino al mundo por gestación subrogada y, dos años más tarde, la completarían con Antonio gracias a la reproducción asistida. Desde antes incluso de que estos existieran, la influencer se proclamaba una fiel defensora de la gestación subrogada, práctica que vuelve a ser actualidad y que es tema de debate nacional tras el nacimiento de la hija de Ana Obregón.
Sus redes sociales, donde alcanza dos millones de seguidores, fueron partícipes de la visibilidad que le daba de manera reiterada y del lema que ella repetía una y otra vez para que dejase de ser ilegal en nuestro país: “Lucha, fuerza, constancia. La palabra rendirse no entra en nuestro vocabulario. Gestación subrogada en España”. Sin embargo, hubo un día que Tamara decidió de dejar de hacer tanto "ruido", ni siquiera hablaba de ello en el podcast que producía y protagonizaba.
“Aquí no lo he dicho porque es otro formato. Este podcast hay veces que lo ven 40 mil personas, otro tema lo ven 20 mil. Lo hago para que tenga diversidad de temas. No lo meto porque es diferente el contexto”, aclaraba la comunicadora, que resaltaba que, aunque nunca ha tenido ningún problema al dar su punto de vista, “se sigue fomentando el mismo odio por parte de ciertos políticos y de ciertas personas”. Y recordaba la gran campaña que hizo cuando las autoridades consulares de España se negaron a tramitar la inscripción en el registro civil de los bebés que habían nacido por gestación subrogada en Ucrania. “Hicimos mucho ruido, cosa que os agradezco”, les explicaba a su ‘familia virtual’.
Ella recalcaba que "siempre, siempre" está “a favor de la gestación subrogada”, pero también matizaba que solo en aquellos países en los que se lleva a cabo un protocolo exhaustivo, “como pasa en Estados Unidos”. “Hay otro países en los que no, nunca apoyaré el maltrato a una mujer. Siempre que tenga un protocolo protector y garantiste, 100%”, puntualizaba la de Móstoles, que aún, por el momento, únicamente ha reaccionado a la noticia de la semana compartiendo el post de Ana Obregón junto un corazón, dejando entrever que está a favor de esta maternidad.