Ainhoa Arteta detalla cuál es su estado de salud actual tras estar a punto de perder la vida: "La vida real es horrible"

Ainhoa Arteta volvió a nacer hace un par de años. La soprano atravesó una situación tan crítica de salud, que estuvo a punto de perder la vida en el hospital. Todo empezó a comienzos del 2021, cuando el coronavirus la postró en una silla de ruedas. Meses después, ingresaría en la UCI a causa de una grave septicemia derivada de un cólico nefrítico, que hizo que su vida pendiera de un hilo y que le llevó a sufrir la amputación de varios dedos de su mano.

Con la ayuda de los médicos logró sobrevivir, pero sus graves problemas de salud pasaron factura a sus cuerdas vocales y estuvo a punto de perder la voz. A raíz de una de las intubaciones, se le cerró un ganglio de la cuerda derecha y no podía ni hablar ni cantar. Afortunadamente, la artista guipuzcoana fue operada con éxito y pudo recuperar su herramienta de trabajo.

“Sigo en mi proceso de recuperación, obviamente, porque esto me dijeron que me iba a durar dos años. Me queda un año para recuperarme totalmente”, ha detallado cuál es su estado de salud actual la cantante, que es consciente de que nunca podrá olvidar lo que vivió en esos meses. “Superar todo lo que he pasado es complicado. Yo creo que la vida es una superación continua. A mí me han podido pasar muchas cosas de repente a la vez por las que dices ‘madre mía, ¿por qué tanto?’”, se ha llegado a preguntar la cantante, que asume que “la vida real es horrible” para todos en esta entrevista con 'Europa Press'.

Para concluir con este asunto, Ainhoa recordaba la enseñanza que ha sacado de esta mala racha: que "el poder de superación" está en uno mismo. "Hace poco leí un dicho japonés que decía 'si te caes siete veces, levántate ocho'. Pues eso es lo que hay que hacer en la vida: las veces que te caigas, siempre levántate una más", compartía su moraleja Ainhoa, que se andaba por las ramas al recibir la pregunta de si está de nuevo "ilusionada" tras su separación de Matías Urrea.

"Simplemente de pensar desde dónde he venido hasta donde he llegado, para mí eso ya es una ilusión. Tener a mis hijos, estar yo bien de salud, cada vez con más fuerza... es que no puedo pedir más. Lo único que pido es que la vida, que ya creo que me hizo el gran regalo de devolverme la vida, siga su curso. Y lo único que le pido a mi mente y a mi persona es que yo tenga la capacidad y el valor de entenderla y de fluir con ella. No puedo pedir más", atendía con amabilidad a la citada agencia.