Esther Arroyo denuncia el bullying que ha sufrido su hija en el colegio: "Mi idea no es enfrentarme a esas niñas"

Mucho han variado las prioridades de Esther Arroyo desde que hace quince años fue víctima de un grave accidente de tráfico que casi le cuesta la vida. Por entonces, su carrera como actriz y presentadora estaba en plena actividad. Sin embargo, este desgraciado viaje en coche en el que la acompañaba Ana Torroja lo cambió todo y le dejó importantes secuelas físicas que aún persisten, "con dolores que van y vienen" y que ha logrado controlar gracias a diversos tratamientos y constantes sesiones de fisioterapia.

Ahora, aunque su actividad profesional va recuperándose poco a poco, su familia está por encima de todo. Esa que formó hace casi dos décadas con Antonio Navajas, al que ha calificado en una reciente entrevista para Lecturas como su "brazo derecho", su "mejor aliado" tanto en lo bueno como en lo malo. Ya se lo demostró en aquel incidente que nunca olvidará. Y lo ha vuelto a hacer recientemente, a raíz de una desagradable situación que le ha tocado experimentar en el colegio a Ainhoa, su única hija en común.

En estas declaraciones para la revista ya mencionada, Esther Arroyo ha contado sus planes de irse a vivir fuera de España. Un "cambio de vida total" que le apetece mucho y que seguro que será beneficiosa para la joven de 17 años, a la que han tenido que ayudar tras sufrir acoso escolar por parte de varias compañeras de instituto. "Le empezaron a hacer bullying en el colegio y decidimos cambiarla al sistema online. El colegio se ocupó enseguida pero hay cosas que no se pueden controlar y sufría mucho", ha declarado, orgullosa de haber logrado ayudar a su hija pequeña (recordemos que también es madre de 'Frank', que ya tiene 30 años y está viviendo en Australia).

Cuando Ainhoa se lo contó tanto a ella como a su marido, su plan no fue denunciar. "Mi idea no es enfrentarme a esas niñas, me dan pena, creo que todo el que hace este tipo de actos tiene un problema en sí", ha explicado. El trabajo lo hicieron en casa, con ella, "enseñándole a protegerse y ser selectiva con sus amistades". Ahora, tras abandonar ese colegio y terminar sus estudios previos a la universidad desde casa, de forma telemática, Esther ha manifestado que su hija, una joven "sensible y muy lista", ahora "está feliz".

Tras convivir con esta problemática en casa, Arroyo ahora lo afronta con naturalidad. "Es algo que ha existido siempre. Conmigo no se metieron nunca porque era muy grandota pero sí recuerdo que lo hacían con mis compañeras y yo las defendía", ha planteado. Una idea que también le ha trasladado a su hija, a la que ha advertido que esto le seguirá pasando en la edad adulta. "No se trata de que yo vaya a defenderla sino de que ella se valore, se quiera y le resbale lo que la gente diga", le ha hecho entender.