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Violeta Mangriñán, que acaba de ganar el premio GenZ en la categoría ‘Lifestyle by Hyundai’, está en la recta final de su segundo embarazo. La influencer, que está muy ilusionada con la llegada de Gia, ha tenido un contratiempo dos meses antes de dar a luz. Si por algo se caracteriza la valenciana es por la naturalidad con la que se muestra en redes sociales cuando comparte su día a día: tanto lo bueno como la cara B de ser un personaje público. Es por ello que en esta ocasión no ha sido menos.
La empresaria está afrontando un final de año lleno de cambios junto Fabbio Colloricchio, su pareja y el padre de sus dos hijas. Hace unos meses la joven tomó la decisión de volver a Madrid (en donde pasaba mucho tiempo por su trabajo y por el de su novio) tras comprarse una casa cerca de su familia, en Valencia. Una decisión muy meditada que vino de la mano del anuncio de su segundo embarazo.
Durante la dulce espera de la hermana de Gala, Mangriñán nos ha hecho partícipes de cada semana que pasa de gestación: desde su estricta dieta hasta las revisiones al ginecólogo. Sin embargo, no todo es color de rosas. Hace unas horas la influencer compartía en sus stories de Instagram una noticia que ha hecho saltar todas las alarmas.
"Llevo unas semanas teniendo contracciones. Anoche me dio una muy fuerte. ¿Debería acojonarme? Estoy de siete meses", ha comenzado diciendo, muy preocupada la joven. A tan solo dos meses de dar a luz (la fecha prevista para el parto), Violeta ha desvelado que está teniendo contracciones, uno de los síntomas clave antes de la llegada de un bebé al mundo.
Aunque parece que el susto ya lo ha pasado (ya que ha publicado contenido en redes desde su casa), ha explicado que su médico le ha dicho que, en esta recta final, tiene que bajar el ritmo: "La matrona me dijo hoy que es por no descansar y eso me asusta aún más". ¿El motivo? La crianza de su primogénita, Gala, que tan solo tiene un año de edad: "Con una niña de 15 meses lo tengo complicado".
La extronista ha acudido recientemente al hospital, para realizarse distintas analíticas y comprobar que todo sigue según lo previsto. Todo esto ha llevado a la creadora de contenido a hacer una reflexión y revelar un futuro miedo de cara al parto. Teniendo en cuenta sus propias medidas y las de su hermana, Lila Mangriñán, la perspectiva le preocupa. "Yo nací muy pequeña según cuenta mi madre, como 2.900 kg al nacer, sin embargo Lila pesó 4 kg y pico. Como se cumpla profecía y la saga siga con las mismas...Es muy probable que Gia me destroce al salir", escribió.