La familia de Alain Delon se niega a cumplir su último deseo: "Su perro no será sacrificado"

Alain Fabien, Anouchka, Anthony y Loubo (su perro) anunciaron el pasado domingo, "con profundo pesar", la muerte de Alain Delon. El actor, que tenía 88 años, falleció en su casa de Douchy, rodeado de sus tres hijos y de su familia, que rogó en un comunicado que se respetase su intimidad en ese momento de duelo "extremadamente doloroso".

Meses antes, el propio actor contó en una entrevista que deseaba que su mascota, un malinois belga de diez años que adoptó en un refugio, fuera "dormido" y depositado en su tumba en el cementerio de su casa, en el pueblo de Douchy en el que finalmente murió. "Es mi perro de final de vida… lo amo como a un hijo", dijo Delon a Paris Match en 2018. "He tenido 50 perros en mi vida, pero tengo una relación especial con este. Me extraña cuando no estoy", explicó hace seis años.

Alain Delon comentó que, si moría antes que su mascota, le pediría al veterinario que les llevase juntos. "Lo pondrá a dormir en mis brazos. Prefiero hacerlo antes que saber que se dejará morir en mi tumba con tanto sufrimiento", comentó en aquel momento. Estas declaraciones han sido rescatadas tras su muerte y muchos de los fans del actor han mostrado su preocupación por el perro, ya que consideraban un mal acto sacrificarle tras la muerte del actor cuando estaba sano.

La reacción de la familia de Alain Delon al último deseo del actor francés

Tras la preocupación de sus fans, la fundación Brigitte Bardot (@FBB_Officiel) ha explicado en su cuenta de X (anteriormente conocida como Twitter) que la familia del actor no sacrificará a Loubo. "¡No te preocupes por Loubo! Muchos de vosotros nos habéis enviado mensajes sobre el futuro de Loubo, el perro de Alain Delon", comenzaba diciendo. Citando a los allegados del actor, explicaban que el perro "tiene su casa y su familia" y que se ocuparán de él. "Por supuesto, Loubo no será sacrificado", han asegurado.

Loubo llegó a la vida de Alain Delon hace diez años, cuando el actor francés le adoptó de un refugio. Tan aficionado a los perros, como él mismo contó, a principios de los años 70 compró un terreno en París para construir una casa, que es donde ha fallecido, y en el terreno, en su parcela, creó una capilla que contiene los restos de 35 de sus mascotas y donde también ha sido enterrado él.