Daniel Sancho escribe en la cárcel un libro sobre el asesinato de Edwin Arrieta

Durante la madrugada de este jueves, 29 de agosto, se conocerá la sentencia de Daniel Sancho por el asesinato de Edwin Arrieta. El hijo del actor Rodolfo Sancho permanece en la prisión de Koh Samui, en Tailandia, desde que hace un año acabase con la vida del médico colombiano tras lo que en su testimonio ha descrito como una pelea física, que concluyó con el peor de los desenlaces.

Durante su permanencia en la cárcel, son varias las ocasiones en las que Sancho ha podido recibir la visita de su padre, así como la de su madre, Silvia Bronchalo, y sus abogados. Allí, además, ha comenzado una serie de rutinas entre las que destaca la lectura, habiendo finalizado hasta setenta libros desde su entrada.

Sin embargo, el chef estaría ahora, tras haber estudiado el sumario de su propio caso, escribiendo su propio relato de 'true crime' tal y como ‘El Periódico’ ha confirmado. En las más de 80 páginas en las que ya habría comenzado a dar forma a los hechos ocurridos en agosto de 2023 en la cabaña de Koh Phan Ngan, ofrecerá su versión, así como el contexto de su relación con Arrieta.

Del mismo modo, plasmará en su manuscrito todo el proceso que se ha sucedido de forma posterior y la forma en la que ha transcurrido su vida en prisión, donde también ha adoptado otras disciplinas como el yoga, el muay thai y la meditación.

Un año después de que él mismo se declarase culpable del asesinato del colombiano, Daniel concedía el pasado lunes unas declaraciones a la agencia EFE. Durante su charla, la cual habría tenido lugar a través de un cristal y un teléfono en la cárcel, aseguraba estar "preparado para lo mejor y para la peor" y se encuentra "optimista" y "convencido" de que el juez va a descartar que la muerte de Edwin fuese un asesinato premeditado. Y es que según el español, durante el juicio ya "quedó claro que fue un accidente", el cual se habría producido tras él haberse negado a mantener relaciones íntimas con Arrieta.

Según contó el citado medio, el acusado habría admitido también que está viviendo con impaciencia la espera de la resolución y que estos meses desde la celebración del juicio, que terminó el pasado mes de mayo, se le han hecho "muy largos".