El significado de los gestos en el funeral de Liam Payne: de las pegatinas y los bolos a la recaudación de fondos

Este 20 de noviembre, treinta y cinco días después del trágico fallecimiento de Liam Payne tras precipitarse desde un tercer piso en Buenos Aires y ser repatriado el pasado 6 de noviembre hasta Reino Unido, su país de origen, ha tenido lugar el funeral con el que sus familiares, así como Niall Horan, Harry Styles, Louis Tomlinson y Zayn Malik, resto de integrantes de One Direction, han podido darle por fin el último adiós.

Sobre el mediodía del miércoles, los anteriores se reunían en Amersham, -la localidad situada en el condado de Buckinghamshire en la que el de ‘Teardrops’ había vivido junto a su hijo de siete años-, para rendirle homenaje entre detalles cuidados de forma minuciosa para la ocasión.

Ante la mirada de sus padres, Geoff y Karen Payne, el féretro de Liam llegaba a la iglesia de St Mary the Virgin cubierto de rosas y en un carro fúnebre adornado con dos coronas: la primera de ellas, con flores rojas y la palabra “Son”, haciendo referencia a su faceta como "hijo" de los anteriores; y la segunda, con rosas azules y blancas y con el texto “Daddy” grabado, como “padre” de Bear, su primogénito junto a Cheryl Cole.

También en la entrada al templo, los familiares del de Wolverhampton habían incluido otra ofrenda floral que plasmaba su afición por los bolos, disciplina que practicaba hasta cuatro veces a la semana y que escogió el pasado 29 de agosto como forma de celebración para dar la bienvenida a su último cumpleaños, en el que soplaba 31 velas.

Otra de sus grandes obsesiones, el superhéroe de Batman, de quien habría llegado a tener en su casa una figura a tamaño real, se vio reflejada en algunos de los coches de los allí presentes, que incorporaron una pegatina del personaje en la luna de los vehículos que les trasladaron hasta el lugar.

Además, durante el acto sus seres queridos no quisieron dejar a un lado la labor solidaria que Payne había desempeñado a lo largo de su trayectoria y que le había llevado a donar en secreto miles de dólares a algunas organizaciones benéficas contra la pobreza alimentaria o los niños enfermos entre otras, razón por la que los asistentes al funeral pudieron hacer sus donaciones. Así, la recaudación de fondos irá dirigida al Hospital Infantil Great Ormond Street para la construcción de un nuevo Centro Oncológico Infantil en su famosa sede de Londres que “ayudará a dar a los niños gravemente enfermos infancias más plenas, divertidas y largas”, tal y como confirmaban los obituarios entregados.

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