El día 21 de enero, la justicia canaria decidió incoar diligencias previas contra Anabel Pantoja y David Rodríguez. El motivo de las mismas era el de poder determinar el origen de las lesiones que presentaba la hija en común de ambos, Alma, nacida el 23 de noviembre, según el informe médico remitido por el Hospital Materno Infantil de Gran Canaria tras el ingreso de la menor debido a una crisis de salud que tuvo lugar en la tarde del día 9 de enero. El Tribunal Superior de Justicia de Canarias emitió un comunicado el día 30, por el que la cuestión se acabó por confirmar públicamente. Repasamos, cuando se cumple un mes de investigación judicial contra la pareja, los detalles menos conocidos de esta cronología.

Con el paso de las semanas, hemos podido esbozar una relato completo de lo sucedido, gracias a las informaciones del periodista Antonio Rossi en el programa 'Vamos a ver'. Aunque, según la colaboradora, en los días previos su hija ya había tenido algún problema de salud, el día 9 fue cuando sucedió el episodio principal. Ocurrió mientras la pareja estaba en un centro comercial de la isla, con Anabel haciendo unas compras y David en el coche con su hija. Esta sufrió una crisis, su progenitor se movió a la parte de atrás y practicó algunas maniobras para intentar socorrerla, acabando por salir del automóvil y llamar a su pareja para desplazarse al médico.

Pantoja, Rodríguez y Anabel acudieron primero a la Clínica Roca, a la que llegaron pocos minutos después. Allí sufriría la niña una segunda crisis, "como la que sufrió con el padre", que provocaría que se activase el protocolo 112 y se tuviesen que desplazar de urgencia hasta el mencionado hospital canario. Pasadas unas horas en observación, tras una aparente mejoría, fue derivada a la planta de lactantes. Una nueva crisis ya en la mañana del día 10 derivó en su ingreso en la Unidad de Medicina Intensiva, en la que permaneció hasta el día 20. A raíz de dicho ingreso, la influencer avisó a su entorno más próximo, que comenzó a desplazarse a Canarias.

Aunque no trascendería hasta días después, el día 17 el hospital remitió a la Dirección General de la Protección de la Infancia y la Familia del Cabildo de Gran Canaria (posteriormente sería el de Instrucción número 4 de San Bartolomé de Tirajana el que asumiría el caso) el parte de lesiones de la menor por parte de un neurólogo pediátrico que habla de un posible maltrato infantil. Esto provocaría que un forense judicial se desplazase al centro, realizase los correspondientes exámenes y reconocimientos y elaborase un nuevo informe.

La contradicción entre lo esgrimido en ambos documentos y el relato de los padres fue lo que motivó el auto de apertura de las mencionadas diligencias previas el día 21. Ambos serían citados a declarar en sede judicial el día 27. Es después de que ambos presten declaración por separado cuando la niña acaba recibiendo el alta hospitalaria. Nunca se han solicitado medidas cautelares para ninguno de los dos progenitores, que hacen vida normal junto a ella en las últimas semanas, siguiendo la prescripción médica, mientras la posible calificación penal ha cambiado, concretándose en dos delitos.

Son varias las pruebas que acumula el Juzgado de Instrucción número 4 de San Bartolomé de Tirajana, el órgano competente. Además de las declaraciones de los padres y de las grabaciones de las cámaras de seguridad del centro comercial, se ha realizado a instancias del forense un seguimiento médico de la pequeña, que el domingo cumple tres meses de edad. Aunque hay previsiones a medio y largo plazo, las expectativas han estado en una importante prueba médica realizada el pasado martes 18 de febrero, exhaustiva y de varias horas, que, según el relato de Rossi, sería determinante para el futuro judicial de la causa.

Con todo, el parte médico y el informe forense juegan un papel crucial en la investigación, ya que determinan una serie de conclusiones sobre las lesiones que presentaba la niña. Tres, en concreto, como ha relatado la periodista Sandra Aladro en Telecinco: que las explicaciones de Anabel y David no corresponden con las lesiones, que estas no tienen una causa accidental, y que tampoco proceden de patologías de origen genético ni infeccioso.

La respuesta que podrían dar Pantoja y Rodríguez dependiendo de si el caso se archiva o sigue adelante con un auto de procesamiento, algo que podría resolverse la próxima semana, ha sido ampliamente examinada en medios de comunicación y programas de televisión. Ambos tienen defensas separadas y, en el caso de David, que ha centrado el foco por ser con quien estaba la pequeña cuando sucedió la referida crisis inicial, se ha rodeado de un equipo de médicos.

Fue Mariló de la Rubia, examiga de Isabel Pantoja con la que el cordobés mantiene gran relación, siendo su único apoyo en un entorno reacio, quien puso a su disposición varios profesionales médicos de distintos ámbitos, que han preparado un peritaje de parte con el que intentar demostrar que las lesiones que presentaba Alma "son fruto de una patología previa" y no consecuencia de una conducta negligente del padre.

En este sentido, ha habido buenas noticias para Anabel y David, que se ha reunido con el equipo durante su viaje a Córdoba. "Están muy contentos porque se puede demostrar que hay una razón médica que sustenta lo que le pasó a la menor", revelaba Antonio Rossi en Telecinco este pasado miércoles.

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