Tras unos días de nervios, Natalia Sánchez ha utilizado sus redes sociales para contar que Neo, su hijo pequeño, fue operado hace unos días. "Hasta hace un ratito no he podido escribir porque he necesitado que pasen unos días para poder hacerlo y que no se me saltaran las lágrimas como a una niña pequeña", comenzaba diciendo la actriz. Mientras su marido, Marc Clotet, se quedaba con Lia en Madrid (su hija mayor que tiene seis años), la intérprete y su hijo pequeño se fueron "a la aventura". "Pude entrar con él en el quirófano hasta que se quedó dormido y le dejé con esos superhéroes de la vida real que tan bien lo hacen", continúa contando.

Durante la hora y diecisiete minutos que duró la operación, Natalia Sánchez se fue a la cafetería "a llorar" y puso el móvil en 'modo avión' porque cada vez que veía una llamada perdida de su familia o de sus amigos, se ponía a llorar. "Sí, soy así. Y estaba muerta de miedo, esa es la verdad. Racionalmente sabes que está en las mejores manos pero son tan vulnerables, tan chiquitines, que solo darías lo que fuera por cambiarte por ellos", explica.

Una ven terminada la intervención, los médicos la avisaron de que tenían a su hijo Neo en una sala esperando a que se despertara de la anestesia general. La habían puesto en preaviso de que, en cuanto abriera "el ojito mínimamente", la llamarían para entrar con él. "Pero, aún así, molesté a la enfermera de la recepción una y otra vez. Mi máxima preocupación era que Neo se despertara y su mami no estuviera ahí, porque se lo había prometido. Hay personas que se tienen el cielo ganado, de verdad. Por fin entré en aquella sala tan grande llena de camillas con peques dormidos o despertándose. Y ahí estaba Neo", relata.

Su hijo seguía "dormidito, con su pijama de búhos y las constantes perfectas". Lo primero que hizo fue tocarle "las manitas y los pies" por si estaban fríos, pero el equipo de "superheroínas" ya le había puesto "unos calcetines gorditos de 'La Patrulla Canina' y se habían asegurado de que estuviera calentito". "En el ratito que Neo tardó en despertarse pude ver trabajar a las doctoras y enfermeras de un sitio a otro como en un panal de abejas, atendiendo a todos los bebés y peques que había en esa enorme sala, todavía sin sus madres/padres. Y, os aseguro que, ver cómo cuidaban de todos ellos con esa ternura, ese cariño y ese mimo... y ver que la profesionalidad no está reñida con la empatía y la delicadeza me hizo llorar", cuenta emocionada.

Madre e hijo ya están en casa con el resto de la familia tras una recuperación que ha sido "lenta, latosa, molesta y bastante lenta", pero la actriz ha explicado que "no era nada grave y ya pasó". "En unos días estará mejor que antes de la operación y todo habrá merecido la pena", asegura.

Natalia siempre ha pensado que ser madre te hace "más fuerte que antes" porque te lleva al límite de forma continua, pero cree que también le hace sentir "más vulnerable que nunca" en varias ocasiones porque "tienes mucho que perder". "Gracias al universo estoy rodeada de personas maravillosas por las que doy gracias cada día que han sabido entender que no les contestara a los mensajes de amor, pero los han seguido enviando para seguir sosteniéndome en la distancia o que han entendido que no se lo haya contando en el momento porque no me ha dado la vida más que para sobrevivir", comentaba.

Para terminar, Sánchez ha querido dar las gracias "al mejor padre y compañero de vida", también al "pequeñín más valiente de la casa" y a Lia que es, oficialmente, "la mejor hermana mayor del planeta". "Otra aventura superada", ha asegurado al finalizar el post.

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