Fue el pasado miércoles, 19 de marzo, cuando la revista ‘Lecturas’ dio la noticia de la semana. Paola Olmedo, ex mujer de José María Almoguera, se había sometido a una cirugía maxilofacial que le ha cambiado el rostro por completo y, por supuesto, las reacciones no se hicieron esperar.
El programa de ‘TardeAR’ tuvo acceso en exclusiva a la portada de la revista un día antes de que saliera a la venta en todos los quioscos de nuestro país y pudo mostrar en directo la primera reacción de José María Almoguera tras ver el nuevo rostro de la que fuera su expareja. El hijo de Carmen Borrego opinó que estaba “guapa”, pero que no sabía si la podría reconocer si se la cruzase por la calle. Una opinión que la misma Paola Olmedo compartió en la entrevista que hizo a la revista de la que fue portada en la que dijo que aún le costaba reconocerse en fotos.
José María Almoguera también desveló la conversación que había mantenido con su madre, Carmen Borrego, tras haber visto los dos el nuevo rostro de Paola. El que fuera concursante de ‘GH Dúo’ explicó en el programa que dirigen Frank Blanco y Verónica Dulanto que no había “cotilleado” con su madre, si no que solo habían comentado que aún estaba un poco hinchada por la operación.
Un mes y unos días después de que Paola pasase por quirófano está poco a poco intentando recuperar la normalidad en su vida, aunque aún arrastra las secuelas de la operación, y de eso precisamente es de lo que ha hablado en el programa que se emite en las tardes de Telecinco.
La madre del único hijo de José María Almoguera ha sido entrevistada a través de una videollamada en el programa de ‘TardeAR’. Paola, lo primero que ha hecho, es aclarar que le “gusta” y está contenta con el resultado de su operación. “Estoy bastante contenta, porque es raro verte al espejo. Son 37 años con la misma cara, pero poco a poco me va gustando más”, explicaba la argentina. El presentador se ha interesado por los posibles dolores y secuelas que padece tras someterse a una operación que duró más de seis horas y media. “No es dolor, es falta de sensibilidad. Por eso muchas veces no hablo bien, si estoy más cansada se nota más, pero bueno, no gesticulo bien. Es un proceso largo”, señala Paola. Respecto al proceso tanto psicológico como físico por el que ha pasado, Paola ha confesado que “ha sido duro” y que todavía lo es: “Es duro, sigue siendo duro porque luego estamos con el fisio y es bastante duro, pero se lleva bastante bien. No me puedo quejar, he estado en muy buenas manos”, se sinceraba la argentina.
Otra de las secuelas que arrastra es que aún no puede comer con normalidad, “todavía me queda, no veo la hora de comerme un buen filete”, ha explicado entre risas Paola.
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