La influencer Pawgli denunciaba hace unos días en redes sociales el acoso que está sufriendo por parte de un hombre al que conoció en un gimnasio de Barcelona. Comenzaron a entrenar juntos y, al pasar el tiempo, notó que "se obsesionó muchísimo" y la escribía cada día. "Llegó un punto ya que los entrenos me hacían sentir tan incómoda y me soltaba comentarios tan bestias que ya no quise entrenar más con él", contaba sobre el comienzo de esta complicada historia. Unas semanas más tarde, charlando con una compañera del centro, la influencer se enteró de que este hombre comentaba en el gimnasio que ella era su novia, llevaba una foto suya de fondo de pantalla del móvil e incluso la tenía guardada con un apelativo cariñoso en su agenda de contactos.

El pasado mes de diciembre, Pawgli se mudó a Madrid y la semana pasada, mientras cenaba con unas amigas en un conocido restaurante de la capital, comenzó la pesadilla. "Ayer fui a cenar a un sitio de Madrid con amigas que hacía mucho que no veía y colgué que estaba en ese sitio, pero no puse el nombre, puse una foto del plato. A la hora o así, veo que el chaval está en ese sitio, cuando el era de Barcelona", contó, entre lágrimas, en su cuenta de TikTok.

Al contarle que él se había mudado a Madrid, también le contó que estaba instalado en la misma calle en la que vive ella. "Es que no sé cómo explicarlo, yo me quedé pálida porque yo no he subido en ningún lado donde vivo, no he subido en nada. Le pregunté ¿en qué calle? y me dijo en la calle del bloque de enfrente mío. Yo ya me fui, asustadísima", relató sin poder contener las lágrimas y muy asustada.

Pero la cosa no terminó ahí. La influencer contó que un día después bajó a la piscina de su urbanización a tomar el sol y recibió una llamada. "Me llama por teléfono y me dice, 'Pau, mira arriba' y miro arriba y estaba el chaval en la ventana saludándome. Literalmente ahora mismo tengo miedo, no sé qué hacer, está enfrente mío. O sea, yo salgo y él me ve. No sé qué hacer. Y estoy asustada de verdad", dijo públicamente.

Además de contarlo en redes sociales, la influencer acudió a comisaría para poner una denuncia por acoso. Este lunes 7 de abril, Pawgli ha acudido a 'El programa de Ana Rosa' para explicar que no puede estar sola y que tiene "pánico". "Me escribió durante todo este tiempo, me empezó a hablar por mensaje. Lo bloqueo y se crea otra cuenta. Me siento acosada", dice sobre cómo se siente.

Como el hombre no la ha amenazado, cuando fue a denunciar le dijeron que sin amenaza o daño físico "no pueden hacer nada". "No me han dado protección ni nada. He pedido una orden de alejamiento y aún no me han dicho nada. Enseñé todas las pruebas y me dicen que si no hay nada es difícil que me la den", ha explicado la joven, que lo quiso hacer público porque sentía "mucho miedo" y si pasa algo quieren que "todos sean conscientes de quién ha sido". "Me han dicho que esté en mi casa y que si salgo que sea acompañada. Llevo una semana que no he podido ir ni al gimnasio, no puedo hacer nada sola", ha dicho sobre la recomendación de la policía.

El juez José Antonio Vázquez Taín, presente en el programa, ha comentado que le "extraña" la reacción de la policía porque con la reforma del Código Pena sí se considera delito "el simple hecho de seguir, acercarse o tratar de comunicar". "Yo he condenado a una persona por enviar 10-12 mensajes diarios a una persona, se considera un acoso y orden de alejamiento. Esto es más grave. El solo hecho de ponerse en contacto, seguirte y vigilarte es un delito", comentaba, añadiendo también que el daño psicológico que le está provocando es otro delito.

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