En nuestro país triunfó gracias a canciones como Leave a light on y La Luna, que sonó muchísimo en las radios gracias a contener dos palabras en castellano y mucha guitarra española. Pero en su América natal, Belinda Carlisle fue durante su época de mayor éxito una de las pocas estrellas capaces de hacer sombra a Madonna (la mejor escena del documental En la cama con Madonna es aquella en la que la diva se enfada porque sus bailarinas han comenzado a cantar el estribillo de Heaven is a place on Earth, canción insignia de Carlisle) y, ya sea gracias a reality shows o a aparecer en Playboy, es todavía una celebridad. Tras una década en la que fallaron sus intentos por volver a triunfar con la formación que le dio la fama (las legendarias Go go's) y por sacar algún nuevo disco en solitario notable (sólo publicó en 2007 un disco de versiones de clásicos franceses), ha optado por tirar hacia ese lugar común en el que todos los famosos han acabado o acabarán: publicando su autobiografía.
Hay bastante que contar de una carrera que abarca hasta ahora 32 años en la industria musical, pero los medios han optado por publicitar la frase grandilocuente: "Tras 30 años consumiendo cocaína tengo suerte de tener nariz", extraída de una entrevista a la web Parade.com en la que habla de Lips Unsealed, sus recién publicadas memorias. "Soy afortunada por haber salido ilesa. Un día, tras tres días seguidos de fiesta, empecé a pensar que me encontrarían muerta en la habitación de un hotel por sobredosis de cocaína y lo mucho que eso humillaría a mi hijo. No puedes tener mi edad y consumir las cantidades de cocaína que yo consumía. Ahora llevo cinco años limpia".
Pese a que Belinda Carlisle terminó siendo una cantante melódica responsable de algunas de las canciones de radiofórmula más brillantes de finales de los ochenta y principios de los noventa, su biografía no escatima en detalles sobre sus inicios y sus paseos por el emergente mundo del punk y la new wave en Estados Unidos. Durante su época con las Go go's, grupo precursor de las actuales girl bands, Carlisle vendió siete millones de álbumes y se relacionó con gente como Joey Ramone, Sting, Joe Cocker, Frank Zappa, Ozzy Osbourne, Maurice Gibbs o Brian Wilson. Actualmente defiende los derechos de los homosexuales (su hijo de 18 años lo es) y apoya programas de autoaceptación, así como, lógicamente, la lucha contra las drogas. "Imagino que fue duro para mi hijo y mi marido leer mi historia. Pero sabían que tenía una historia que contar y que podía ayudar a la gente. Mi hijo me ha dicho que le había encantado el libro. Para él será una historia que le enseñe a alejarse de las drogas".