Beyoncé no deja la primera página ni aún de baja maternal. Si hace unos días su primera hija era portada en medios de todo el planeta, ahora la polémica se hace paso con la foto elegida para su último disco, en la que aparece más blanca que de costumbre. Hace cuatro años, una campaña de L’Oréal vino acompañada de agrio debate por el mismo motivo y varias fuentes afirman que ya su padre quiso que su niña fuese la más ‘blanquita’ de las Destiny’s Child. Repasamos su escalada de salidas de 'tono'. ¿Será la nueva víctima del síndrome Michael Jackson?
Los afroamericanos de Estados Unidos se sienten traicionados. Varias asociaciones han protestado públicamente por el ‘photoshopazo’ que los diseñadores del último trabajo de la diva han imprimido a la imagen de presentación, en la que aparece sensualmente tumbada boca arriba. Más rubia de lo habitual. Los labios, rojos al estilo Monroe. Pero no se trata de la primera vez. Así está siendo su aproximación a lo caucásico:
En el videoclip de su single ‘Best Thing I Never Had’, se pone tres vestidos de novia diferentes. Todo es blanco y ella aparece unos tonos por debajo de su racial tono. Los re-comentarios no se hacen esperar.
Beyoncé aparece promocionando tinte de pelo, maquillaje y todos los productos de la marca. Desde el minuto uno, los potenciales clientes ponen cara de póker. ¿Ese es la cantante o su hermanastra blanca? Ya se dijo entonces que su actitud contribuía a que los jóvenes afroamericanos se avergonzasen de su color de su piel.
Su padre, Mathew Knowles, se empeña en cada portada y sesión de fotos de que su niña sea la más blanca de las tres. A Kelly Rowland y Michelle Williams no parece importarles tanto como para oponerse.