Brittney Jones, la nueva pesadilla de Ashton Kutcher y Demi Moore
Cada seis meses aparece una starlet advenediza que intenta trepar a la popularidad a golpe de pelvis. Quien siga la actualidad social podrá nombrar, por lo menos, a unas cinco. Y su figura ha inspirado incluso unas cuantas películas de culto. El último caso en asaltar los medios es Brittney Jones, y su modus operandi es tan transparente, tan torpe y a la vez tan puro que más que repulsión llega a inspirar ternura.
Ya habíamos hablado aquí de Brittney Jones, la jovencita de 21 años con nombre pop y apellido punk que contó a la revista Star que se había acostado con Ashton Kutcher en el sofá del salón de la casa que comparte con Demi Moore. Ella se encontraba mientras fuera de la ciudad rodando 'LOL (Laughing Out Loud)', un remake de la película francesa del mismo nombre. Kutcher ya había amenazado con demandar a la revista, que no era la primera vez que aseguraba en su portada que Demi Moore tenía suficientes cuernos como para tirar de un trineo ella sola. Pero eso no ha frenado a la publicación a la hora de seguir dando cancha a esta jovencita, que en el último número se dedica a mostrar los mensajes que Ashton le enviaba.
Por si eso fuera poco, la habitualmente más respetuosa (aunque poquito) revista People también se ceba con la pareja, y dedica su última portada a Demi Moore con la demoledora sentencia "DEMI'S MARRIAGE: UNDER FIRE" ("El matrimonio de Demi, en llamas"). Pese a que Demi y Ashton aparecieron este fin de semana cogiditos de la mano en el evento Clinton Global Initiative, presidido por el ex presidente, y no dejan de subir fotos melosas y repelentes al twitter (la última, a raíz de su quinto aniversario de casados), corre por los medios el rumor de que lo peor está por venir.
En todo caso aquí la protagonista es Brittney Jones, la cabeza hueca advenediza que afirma haberse acostado con Ashton. Su historia, que los medios norteamericanos se están encargando de desgranar, no es por típica menos apasionante. Al parecer Brittney siempre tuvo una malísima relación con su madre y su hermana, con las que vivía, y se pasó desde su adolescencia malviviendo en casa de los novios y amigos que tenía (esa técnica se llama en el argot norteamericano "couch surfing", surfear de sofá en sofá, y no debe ser confundida con "jumping the couch", que consiste en llamarte Tom Cruise y arruinar tu imagen saltando sobre el sofá de Oprah Winfrey).
La web Radar Online publicó el viernes unas fotos que muestran a Brittney desnuda y borracha en casa de uno de sus novios (pese a que al principio se pensó que las fotos pertenecían al momento post coito con Kutcher, fue rápidamente aclarado que ya tenían meses de antigüedad). Y hoy la misma web se hace eco de que existe también una cinta pornográfica casera en la que se puede ver a Brittney con 19 años (o sea, HACE DOS) manteniendo relaciones sexuales con su novio de entonces. El novio, cuyo nombre se desconoce pero que no ha tenido problema en dar declaraciones a la web, ha dicho que su relación con Brittney terminó tras un año cuando ella le engañó.
Lo más interesante de todo es que todos los que rodean a Brittney han coincidido en un dato: que desde hace muchos años está obsesionada por Ashton Kutcher. Si es falso que se ha acostado con él, estamos ante la típica degenerada que acaba inspirando un telefilme basado en caso real. Si es verdadero, lo que corre por las venas de Brittney (aparte de vodka y ambición) podría ser verdadero amor. Entonces sí que tenemos conflicto para rato.