Carmen Lomana: 'Me encanta la novia, me recuerda a Grace Kelly'
divinity.es
29/04/201112:25 h.Será el tema de conversación del día y hay que tomar partido: ¿Te gusta cómo va la novia? A nuestra colaboradora Carmen Lomana le encanta el diseño de Sarah Burton para Alexander MacQueen que ha lucido la ya princesa: "Me parece que va ideal porque me recuerda a Grace Kelly, que para mí fue una de las novias más elegantes".
Carmen alaba especialmente el cuello del vestido, "que recordaba a los cuellos Tudor", y el velo escogido por Catalina. No le ha convencido tanto el peinado. "Yo le hubiese puesto algo más recogido, un pelo menos suelto", comenta nuestra videobloguera y sugiere como opción "una trenza gorda".
Tal y como adelantó Carmen la noche antes del enlace en el programa especial de Divinity TV, Catalina Middleton ha elegido para lucir en la cabeza el día de su boda la diadema Cambridge que en su día la reina regaló a Diana de Gales. Para rematar, nuestra colaboradora sentencia: "No me ha defraudado nada". Aún así, también señala que es "un vestido déjà vu, bastante clásico".
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Carmen Lomana también nos ha dado su opinión sobre otros invitados empezando por Letizia Ortiz: "Era un vestido muy correcto, muy mono para un vestido de boda de mañana. El color me encantó" No le convenció tanto el sombrero escogido por la princesa de Asturias: "Le echaba como hacia abajo, parecía un poco una chica de posguerra". Carmen señala que hubiese estado mejor con "una pamela ligera que le diera sensación de elevarse".
En su análisis de invitados, Lomana asegura que le encantó "el color amarillo del vestido de la reina Isabel II" porque era "muy luminoso y le daba alegría". De Camila lo que más le gustó fue la pamela, "era muy grande y le despejaba la cara", aunque no tiene una opinión tan positiva del abrigo: "Las tablas parecían de colegiala. Le echaban hacia abajo".
Lomana también ha hablado de Pippa, la hermana de la princesa: "El vestido era perfecto, aunque yo le hubiera puesto otro tono". Tampoco le gustó el color del vestido de la reina Sofía, que en la cena de gala del día anterior iba "perfecta".