Cesc, el pretendido de Barça y Arsenal, en la intimidad
Lo quería el Barça. El Real Madrid tuvo también sus intenciones de ficharlo. E Incluso en el Milán se barajó su nombre como un posible más. Sin embargo, Cesc Fábregas pasará otro año más en Londres. El catalán ha decido continuar en el Arsenal, en el que lleva ya siete años, y dejar con la miel en los labios a unos cuantos clubes. ¿Qué tendrá este chico que tantos lo pretenden? Te desgranamos la personalidad del jugador que con 23 años ya es todo un veterano del fútbol.
La familia ante todo
Aunque dejó su casa muy pequeño para irse a La Masía (escuela de las categorías inferiores del Barça) y después a Londres, Cesc está muy unido a sus padres, Francesc -empresario- y Núria -dedicada a la hostelería-, y a su hermana Carlota, con la que guarda un asombroso parecido y a quien regaló por su último cumpleaños una cena con Orlando Bloom por la que pagó 14.000 euros. ¡Casi nada! Además se ha volcado con el proyecto empresarial de su madre y siempre recuerda que fue su abuelo quien, cuando tenía nueve meses, lo llevó por primera vez al Nou Camp.
'In love'
Lo sentimos por las interesadas, pero Cesc tiene el corazón ocupado desde hace seis años. El catalán empezó con su novia Carla en 2004 y desde entonces no se han separado. Los hemos visto de viaje -como éste por Nueva York-, en la celebración de La Roja e incluso, en bodas de amigos del futbolista. Además, la joven, que estudió Psicología, estuvo de Erasmus en Londres en 2007. Como dato: a veces se desespera por la pasión futbolera de su chico.
Un niño grande
Por mucho que haya sido más de 50 veces internacional y lleve jugando en primera siete años –debutó con 16 en el Arsenal-, Fábregas conserva todavía cosas de niño. A sus 23 años es un adicto a la Xbox, se confiesa fan de los donuts y donetes y sabemos que tampoco le hace ascos a las hamburguesas. Además disfruta con los parques temáticos. ¡Mira cómo lo pasó cuando estuvo en el Universal Estudios!
Un look ‘in crescendo’
El estilo de Cesc se ha ido depurando según ha ido madurando. Y, aunque el futbolista no ha dejado del todo su faceta macarra, ha ganado en elegancia. Para empezar ya no tiene dudas sobre cuál es el peinado que mejor le sienta y estamos de acuerdo con él en que no es precisamente la melena que llevaba en sus inicios. No tiene tan claro lo de la barba porque tras quitársela durante el Mundial, ha vuelto a salir sin afeitar en sus últimas apariciones. Además ha dejado a un lado el pendiente brillante que solía llevar en la oreja izquierda hace años, aunque se mantiene fiel al anillo que luce en su dedo anular. También es fan de los tatuajes (véase el de su codo derecho) y entre sus marcas favoritas están D&G, Diesel y Replay.
Futuro empresario
Cuando con 16 años, Fábregas abandonó Barcelona tuvo que prometer a su madre que seguiría estudiando. Le dijo que aprendería inglés, idioma en el que su progenitora se desenvuelve con soltura, y ya de paso hizo sus pinitos con el francés, así entendería a Arsène Wenger, el entrenador del Arsenal del que dice es como “un segundo padre” para él. Pero la promesa de Cesc no se quedó sólo ahí. El chico se comprometió a hacer un postgrado de acceso a la Universidad y una vez finalizado se ha metido a estudiar Empresariales.
Su inseparable Piqué
Los años en La Masía juntos han hecho que Cesc y Piqué sean inseparables. De ahí que no resultase extraño que Piqué le pusiese la camiseta del Barça en la celebración del Mundial. Al defensa le encantaría que su amigo de la infancia hubiese vuelto al equipo que los unió (míralos aquí qué monos cuando eran pequeños). Pero mientras no ocurre eso, los catalanes aprovechan cada concentración de La Roja (y este año también las vacaciones en Ibiza) para pasar tiempo juntos y convertirse en los Zipi y Zape del fútbol. Porque si Piqué no deja dormir a Cesc en cada concentración, parece que el de Areyns del Mar tuvo mucho que ver en el tan polémico y comentado escupitajo que el rubio le propinó a Cortés.
‘El empanao’
Aunque no le gusta el mote, su cara lo delata y de vez en cuando él mismo reconoce que es un poco despistado. Con este currículo y después de ver esta foto de Piqué lanzándole pipas desde la grada, es normal que Reina lo apodase el 'empanao' tras la Eurocopa de 2008. Mote, que por cierto, ha vuelto a recordar en la celebración del Mundial.
Pinitos como modelo
El mundo de la moda tampoco se le ha resistido a este chico. A pesar de su 1,75 de estatura, Cesc es imagen de Nike y de la última campaña de Hugo Boss, en la que también participan Villa y Xabi Alonso. Pero ahí no queda la cosa. En febrero de 2009, el catalán cambió el terreno de juego por la pasarela y desfiló en la 'Fashion for relief Haiti'. Además, en el mes de junio, dejó a un lado su look macarra para vestirse de dandi en un reportaje de la edición británica de GQ.
Cesc musical
Tantos años en Londres han hecho que Cesc se haya convertido en un adicto a los musicales. Confiesa que le encantan y mete entre sus favoritos 'Grease', 'Mamma mia' o 'We will rock you'. En cuanto a la música que oye, el catalán incluye en su playlist temas como 'Every breath you take', de Police (la primera canción que aprendió en inglés) y otros como 'Viva la vida', de Coldplay o 'Stereo Love', de DJ Team (su tema favorito actual). Entre la música española se queda con 'No dudaría', de Rosario y 'Mi princesa', de David Bisbal.
De la tele al cine
Su reciente desembarco en el mundo del cine, de la mano de Santiago Segura y con la compañía del Kun Agüero, no es algo totalmente nuevo. Aunque el catalán se estrena en la gran pantalla con Torrente 4, ya había hecho sus pinitos en la tele. En mayo de 2008 fue protagonista del Informe Robinson y ese mismo año Sky Sports le dedicó un programa: 'El Show de Cesc Fábregas', donde se animó a prenderse fuego mientras daba patadas a un balón.