Chris Brown era famoso en Estados Unidos gracias a haber conseguidos dos números uno en la lista Billboard antes de cumplir los 20 años y ser comparado con artistas como Usher y Michael Jackson gracias a su forma de bailar. Lamentablemente, su fama trascendió las fronteras musicales y las de su país al ser posteriormente conocido en todo el mundo por dar una paliza a su pareja, la cantante Rihanna, en 2009.
Le costó bastante caro. Su imagen pública cayó por los suelos, algunos de sus anuncios se retiraron y muchas emisoras vetaron sus canciones. Fue condenado a cinco años de libertad condicional, seis meses de servicios a la comunidad y un año de terapia sobre violencia doméstica. También le valió una orden de alejamiento de su ya ex-novia.
La semana pasada, durante la gala BET Awards 2010, protagonizó Vimeo.
" target="_blank" >el momento más comentado en mucho tiempo en medios estadounidenses y lo que muchos consideraron un brillante ardid para recuperar su buena imagen. Durante un homenaje a Michael Jackson en el que imitó sus bailes mientras sonaban sus canciones -estupendamente, por cierto-, rompió a llorar justo en el momento en el que el ritmo de la actuación disminuía y empezaba a cantar 'Man in the mirror' (cuya letra le va que mi pintada: "empezaré por el hombre que está en el espejo/le pediré que cambie sus maneras").La opinión pública se dividió ante los que se creían esas lágrimas y los que lo veían como el plan perfecto de un equipo de relaciones públicas. La cuestión llegó a abrir un debate sobre el racismo. Cuando Charlie Sheen fue denunciado por su esposa por malos tratos y se le impuso una orden de alejamiento, los excelentes datos de audiencia de su serie 'Two and a half men' no se vieron afectados ni en un punto. ¿Fue determinante que Brown fuera un hombre joven y negro? En realidad, probablemente fue mucho más determinante que la agredida fuera una de las cantantes más populares y queridas en América.
La revista Us Magazine se acaba de hacer eco de las declaraciones de un testigo que afirma que los guarespaldas de Brown le dieron antes de su actuación unas gotas para los ojos para provocar las lágrimas. Su representante ya se ha apresurado a negarlo, afirmando que el cantante "se conmovió por tener la oportunidad de rendir homenaje a su ídolo". Si se comprueba que esto es cierto su imagen puede verse más deteriorada todavía y no sólo por maltratador, sino por idiota.
Con lo fácil que hubiese sido que se pusiese las gotitas él solo en el baño, sin que nadie viese nada.