Hace poco usé el asunto de la cantante Cheryl Cole y su malaria para hacer un chascarrillo sobre la proposición del cantante/niño con cáscara de huevo en la cabeza, Justin Bieber: él quería llevarla al Kentucky Fried Chicken y tal vez lo de la malaria era la mejor excusa para no ir. Pero resulta que, lamentablemente, se está volviendo mucho más serio de lo que todo el mundo esperaba.
Como se informaba en aquella noticia, Cheryl Cole contrajo la malaria tras un viaje a Tanzania. Desde su regreso venía sintiendo molestias en el estómago que achacó a una gastroenteritis, a lo que se unió un desmayo durante una sesión de fotos. Sólo fue tras pasar 48 horas en fuertes dolores de estómago sin levantarse de la cama, y perdiendo la conciencia en algunos momentos, cuando se imaginó que podía ser algo serio y acudió al hospital.
Y tan serio que era. ¡Malaria!
La noticia saltó hace dos días a los medios internacionales, pero hoy se sabe que su estado ha empeorado y ha sido trasladada al hospital para enfermedades tropicales de University College en Londres. Hasta entonces había estado ingresada en el hospital privado Cromwell, donde su condición no mejoró. Según uno de sus representantes, "es mucho más serio de lo que se pensó al principio. Está muy enferma y no saldrá del hospital durante un tiempo".
Cheryl Cole saltó a la fama en 2002, cuando participó en un programa de talentos del cual salió el grupo Girls Aloud. Lejos de ser flor de un día, como era de esperar, el grupo ha evolucionado y conocido más éxito con el paso de los años, logrando cuatro singles número uno en Reino Unido y ganándose el favor de la crítica gracias a unos temas arriesgados y alejados de la idea que tenemos de una girl band (de repente hacen una canción que no tiene estribillo o de repente se marcan una de siete minutos que empieza con dos minutos de solo de guitarra, por ejemplo). Además, su papel de jurado en la versión inglesa (y la única que merece la pena, vamos) de 'Factor X' la ha convertido en la más popular del grupo.
Pero Cole alcanzaría la fama global al debutar en solitario, gracias a éxitos como 'Fight for this love' o 'Three words' junto a Will.I.Am de Black Eyed Peas. Si todo va bien y la malaria se lo permite, publicará su segundo disco en solitario en octubre de este año.
No es la única que sorprende al mundo con una enfermedad que creíamos relegada a países lejanos o a clases mucho menos pudientes. El Daily Mail informaba hace pocos días de que Samantha Fox ha contraído la rabia tras ser mordida por un gato salvaje. Al igual que en el caso de Cole, Fox estaba de viaje en un país exótico, Tailandia, y fue atacada por uno de los gatos salvajes a los que estaba dando de comer cuando salía de un restaurante. Eso le pasa por ser tan buena persona.
Cuando informó al dueño del restaurante de lo que había ocurrido, éste le dijo que el gato era conocido en la zona como un "gato loco", lo cual viene queriendo decir que estaba infectado por la rabia. Fue inmediatamente vacunada con la antirrábica y continúa con el tratamiento en Inglaterra, donde ya lleva unos quince días desde el regreso.
Samantha Fox vive con su novia, Myra Stratton, y cuatro gatos. Este desafortunado incidente, según ella, no ha hecho que muera su amor por estos bigotudos bichitos.
Amigas Cheryl y Samantha: por muy de moda que esté eso que llaman "world music" y artistas como M.I.A. cosechen éxito bebiendo de las influencias de la música tamil, no hace falta que recurráis a medidas tan extremas para intentar conquistar a un público global.