Coco esta preocupadísima por los perros de Demi Moore (47) y Ashton Kutcher (31). Resulta que los actores han iniciado una dieta extrema que tiene como fin eliminar a lo bruto todas las toxinas de sus bellos organismos. A Demi le cuesta menos que al muchacho porque el pobre va ya diciendo por “twitter” que se encuentra débil. “Me muero por un filete, una cerveza y un snack”, decía el hambriento en su cuenta de Internet. Y ella, la ex de Bruce Willis (La jungla de Cristal) le contestaba a la vista de todos los internautas algo así como que había que seguir el régimen para estar más sanos, “no para perder peso”. Coco no los entiende, yo tampoco. Pero bueno, seguimos contando que esto se pone interesante como un partido del mundial. El drama viene ahora. Más todavía.
Si ellos están a régimen dietético, los perros deben estar buscando pienso por los rincones porque sobras de la cena no tienen. La Master Cleanse que están siguiendo los dos consiste en no consumir nada excepto una cocción de agua, limón, jarabe de arce y pimienta de cayena.
-¡Qué asco!- me ladra Coco.
-¡Qué asco!- repito yo.
La mamarrachada de estos dos enamorados ya la hizo también Beyoncé para quitarse un poquito de culo y poder hacer la maravillosa película Dreamgirls. Y la rubia Gwyneth Paltrow también se tragó todo eso del sirope de arce con limón y pimienta. Pero no la hacen siempre, la hacen de vez en cuando porque es “insoportable”.
En las imágenes ya vemos que los muchachos son delgados, atléticos, sonas, vivarachos, felices, enamorados, coquetos, guapos, dulces, galanes, resueltos, bellos… etc. Pero si siguen con es dieta de 600 calorías al día, ¡seiscientas!, se van a quedar lechuguinos y pelín petimetres. “El chucho acabará tirando de ellos”, me dice mi perra. El sentido común de Coco está más que demostrado, es perra vieja y virgen (datos constatables por su veterinario), y me dice que está “sufriendo por la integridad de las mascotas de la pareja”. Su bote de pienso tiene más calorías que lo que comen los dos juntos.
-El déficit de proteínas, fibra, vitaminas y minerales acabará con ellos y con la alegría del perrito. Y además –continúa explicándome Coco- no van a tener ganas ni de sexo.