Nos quejamos (con todo nuestro cariño) frecuentemente de algunos contenidos de las revistas del corazón, como si sólo ellas preguntaran por la vida privada de las personas y como si sus entrevistas no fueran al meollo del personaje. Pero somos injustos y poco sinceros. Con la mano en el corazón: ¿qué nos importa más de un famoso al que admiramos, cuál va a ser su próxima película o cómo conoció a su novio? Así que las revistas femeninas, con una producción más fina y bajo títulos como más profundos, interrogan sobre las mismas cosas que las otras y algunas veces (no siempre) consiguen que los personajes parezcan unos perfectos idiotas. Claro que también es posible que sean así de tontos y que lo que no hagan es intentar que resulten más brillantes.
Analicemos la charla que publica 'Cosmopolitan' con Eva Longoria. El título da la impresión de que nos va a desvelar algo intenso, profundo, algo así como el crecimiento personal de la actriz que está a punto de revelar sus descubrimientos sobre el yo, el a dónde vamos, de dónde venimos… Para ilustrar tan sugerente título, eligen una foto en la que la actriz aparece en una pose que intenta parecer pensativa, reflexiva pero que, sinceramente, consigue el efecto contrario: parece medio alelada, como intentando encontrar ese pensamiento que su única neurona ha conseguido captar a duras penas. Antes de seguir debemos comentar que no estamos diciendo que Eva Longoria sea tonta. Simplemente nos limitamos a explicar lo que este reportaje da a entender, no dudamos de la inteligencia de la protagonista de 'Mujeres Desesperadas'.
Pero lo de la foto sería un pequeño delito, susceptible de pasar por alto con ciertas dosis de bondad, si no fuera por el sumario que acompaña a la imagen y que reza: "La educación y la cultura son muy importantes porque si algo sabemos en este mundo ¡es que no sabemos nada!" Hay que reconocer que tiene su mérito calzar una cita de Sócrates de esa manera. Lo primero, no entiendo las exclamaciones finales ¿énfasis, alegría, desenfado? Y lo segundo, qué tiene que ver una cosa con la otra. A ver, Sócrates, lo que hacía era digamos lanzar una frase de falsa modestia pero los demás no deberíamos ser tan arrojados. Sí, en efecto, no sabemos nada, unos menos que otros además.
El resto de la entrevista de presunta promoción hace hincapié en tres cosas: Eva Longoria es super bondadosa porque participa no en una obra benéfica, sino en ¡dos! (sí, yo también pongo exclamaciones); está (o al menos estaba cuando se realizó la entrevista) hiper enamorada del jugador de baloncesto Tony Parker, uno de los más guapos de la NBA (obvio) y es una astuta mujer de negocios que tiene un montón de restaurantes y otras cosas que ella misma, según dice, dirige con mano férrea porque hace las cuentas por la noche. Lo que nos inquieta es su forma de promocionar el local, diciendo que tiene un chef que es la bomba y que es famoso por su guacamole. En fin, gastarse una pasta por un guacamole con nachos no parece el plan del siglo, pero no sé, de hecho sólo se que no sé nada.