Hace unos dos años las redes sociales (sí, ya existían) se volvieron ligeramente locas ante las fotos de Helen Mirren en bikini. La actriz, a sus 63 años, mostraba un pasmoso cuerpo de treintañera en unas fotos hechas por paparazzi que, si bien se ayudaban de cierto granulado a la hora de tapar imperfecciones, estaban 100% libre de Photoshop. El concepto MILF volvió con fuerza y muchos jovencitos se sorprendieron admirando en la pantalla de su ordenador las carnes de una sexagenaria.
Helen Mirren vuelve a hacerlo, pero esta vez ante el objetivo de Juergen Teller y con fines mucho más artísticos que los que pudieron dar de sí las fotos anteriormente mencionadas (aunque hay gente para todos los gustos). Este posado para la revista New York está siendo la comidilla de las redes sociales y demuestra que a sus 65 años, la que fuese la sex symbol oficial del teatro inglés en su juventud aún lo tiene.
"Todavía soy la chica buena que quiere ser la chica mala", declara en la entrevista que acompaña a las fotografías. "Pero nunca conseguiré ser una chica mala. No soy mojigata ni moralista y nunca lo he sido, pero soy demasiado miedosa y demasiado débil, en realidad". Esa actitud no se nota en las fotos ni en la película para la que éstas sirven de promoción.
En 'Love Ranch' interpreta a la madame de un burdel que padece cáncer y lleva una vida aburrida junto a un marido que es un coñazo. Esta situación cambia cuando se enamora de un boxeador 30 años menor que ella y que está interpretado, por cierto, por el español Sergio Peris Mencheta. Podríamos enumerar varios trabajos de Sergio, algunos muy notables, pero acabaremos antes recordando a los lectores que él era Dani en 'Al salir de clase'.
En dos de las fotos del 'New York Magazine', podemos ver a la actriz (ganadora de un Oscar por 'The Queen') en la bañera, en una de ellas enseñando bastante más de lo que nos esperamos en una actriz en edad de jubilarse (y saliendo triunfante de la tarea). Además, vuelve a hablar sin tapujos de su convulsa juventud, que fue, por así decirlo, muy 70's.
"[Bob] Guccione y [Hugh] Hefner [fundadores de Penthouse y Playboy] siempre promocionaron la mansión Playboy, la coca y todo eso como una liberación. Pero a mí no me parecía eso. Simplemente eran mujeres entregándose a la idea sexualizada que los hombres habían creado para ellas... aunque es posible que siempre hagamos eso porque queremos resultar atractivas. Pero yo fui una especie de pionera, porque yo exigí hacerlo a mi manera. Decía: no voy a dejar que otra persona me diga cómo hacerlo. Y tampoco quería ser la chica buena y puritana con un collar blanco que dice 'no folles hasta que te cases'".
Por cierto, para los despistados que no lo sepan, la exposición "Juergen Teller: Calves & Thighs" se puede ver en la sala Alcalá de Madrid hasta el 22 de agosto y supone un recorrido por la obra de este alemán que en los últimos años se ha lucido con campañas como los retratos familiares que disparó para Missoni o las instantáneas de la pequeña Dakota Fanning vestida de persona mayor para Marc Jacobs. Ante su objetivo cualquiera se tira al agua.