No, Kanye West no se ha comido un phoskito plateado justo antes de entrar en plató. Es todavía peor: ha sustituido su hilera inferior de la dentadura por dientes de... diamante. No es broma.
Así de terrorífico lucía en una visita al programa de Ellen DeGeneres este miércoles. Siempre ha sido una tradición entre los raperos, que en muchos casos emergen desde barrios humildes al más absoluto estrellato, hacer uso indiscriminado de oro, plata, bronce, diamantes o cualquier otra cosa que brille. También algún diente de oro, sí, pero con mesura. Decorando su dentadura con diamantes, Kanye West se convierte en el Penny Wise de una nueva era y, cuidado, que aún no hemos visto esos diamantes con restos de chocolate o pollo a la parrilla.
Ya que estamos, podemos contar qué hacía Kanye en Ellen, aunque nada será tan interesante como ver su dentadura. "Dejé América, dejé de hacer música, me fui a Japón para alejarme de los paparazzis, después a Roma y después a Hawaii", contó sobre el incidente con Taylor Swift en los VMA, cuando saltó al escenario para aclarar que, pese a que ella hubiese ganado el premio a mejor vídeo del año, el mejor era el de Beyoncè. Le cayeron las críticas, pero según dice en la entrevista, quiere pronunciarse porque se ve a sí mismo como un "soldado de la cultura".
Un soldado que cada vez que sonría de aquí en adelante podrá poner en marcha cincuenta estaciones de energía solar.