El pasado verano saltó a los medios de comunicación un intento de extorsión a John Stamos, que en España los espectadores recordarán mejor bajo el nombre de tío Jesse, el macarra con buen corazón de 'Padres forzosos'. Alisson Coss, de 24 años, y Scott Sippola, de 31, amenazaron el año pasado al actor con vender unas fotos comprometidas a la prensa a menos que les pagase 680.000 dólares. El caso se solucionó a finales del año pasado, cuando Stamos accedió a enviar a una amiga personal con el dinero al lugar acordado. La amiga resultó ser una agente del FBI que detuvo a los dos extorsionadores. ¿Pueden ser más tontos los criminales de hoy en día?
El asunto parecía solucionado, pero un nuevo giro de los acontecimientos puede hacer de este caso uno de las diez o veinte extorsiones a una celebridad más emocionantes del año. La abogada de Scott y Allison (respectivamente, el dueño de un club nocturno y una trabajadora del local) ha declarado que Allison mantuvo una fugaz relación amorosa con Stamos en 2004, cuando sólo tenía 17 años.
Sarah Henderson, la abogada en cuestión y una de las profesionales más famosas y temidas de Florida, soltó la bomba en los argumentos iniciales del juicio contra Coss y Sippola por extorsión, aunque las declaraciones hechas durante esta fase del juicio no sirven como testimonio ante el jurado ni pueden ser utilizadas como prueba.
John Stamos aún no ha declarado ni ante la prensa ni ante el tribunal. Su abogado, de todos modos, ha publicado un comunicado que dice: "Las alegaciones hechas hoy en la sala por la abogada de la defensa no serán probadas porque son sencillamente falsas". Efectivamente las fotos, en las que según los acusados se veía a Stamos esnifando cocaína en compañía de unas bailarinas de striptease, no fueron encontradas en la casa de los acusados tras varios registros por parte del FBI.
Sin embargo, la versión de los acusados es mucho más divertida, ¿cómo no? Según la abogada Sarah Henderson, Stamos vio a Alisson Coss y una amiga en una discoteca y pidió a unos amigos que se las acercasen. Después invitó a las dos adolescentes a su habitación de hotel. Allí pidió una copa para Coss, incluso después de que la joven le dijese que tenía 17 años. Dos mujeres que trabajaban como strippers aparecieron un poco más tarde en la habitación con una bolsa de cocaína, continúa la abogada, y Coss y su amiga sacaron una foto de John Stamos agachándose sobre la mesa donde las drogas habían sido dispuestas.
Después, John Stamos y Alison Coss se besaron en la cama, tras lo cual él se desnudó y ella se quedó en ropa interior. Se dirigieron al jacuzzi. John se ofreció a practicar sexo oral a Alison, pero ella se negó. Stamos, enfadado, rompió la pata de una cama con la mano, tras lo cual se disculpó e invitó a Alison a pasar la noche con él. Y ella sí aceptó esa propuesta. ¿Nos habrá salido romántica?
Durante los años venideros mantuvieron una especie de flirteo por e-mail, según continúa Henderson. Se escribían con regularidad pero nunca hablaban del encuentro que se produjo en 2004. Según el abogado de Stamos, el otoño pasado recibió dos e-mails, uno de una tal "Jessica T", que decía estar embarazada de un hijo del actor, y otro de un tal "Brian L", que decía tener en su poder las comprometidas fotos y las iba a vender a los tabloides a menos que el actor les diese los dichosos 680.000 dólares.
El abogado de Stamos ha declarado ante el jurado, formado por cuatro mujeres y ocho hombres: "Esto es sólo otro plan para enriquecerse al instante basado en mentiras y traiciones". Por su parte, la defensa de Allison Coss y Scott Sippola ha reconocido que sus clientes intentaron vender unas fotos a Stamos, pero dijo que estaban en su derecho de hacerlo y se trataba de una transacción de negocios, no un crimen. "Los seres humanos cometen errores, pero no todos los errores son ilegales", dijo.
¿Dónde ha estudiado derecho esa señora? Intentar sacar dinero de unas fotos comprometidas se llama extorsión y, al menos en España, sí es delito. Claro que dar alcohol a una menor y luego acostarse con ella también lo es. Menudo lío. Esperamos con ansia el desenlace de todo esto.