Hubo un tiempo, no tan lejano, en el que el éxito de los músicos se calculaba con los llenazos de los conciertos y el número 'tops' consecutivos en las radiofórmulas. Sus fans se medían en la calle en horas de resistencia a la intemperie y decibelios de los chillidos a la entrada de los hoteles. Ahora todo es más fácil. El éxito se mide en reproducciones de YouTube y el buen fan lo es si escucha en bucle el vídeo de su artista favorito para que sea el número uno. Las estrellas también lo saben y trabajan duro para ello.
Dos de los dos artistas que mejor simbolizan estos nuevos tiempos, Lady Gaga y Justin Bieber, están a punto de romper un récord que impresiona por su volumen: el billón americano de visualizaciones de sus vídeos (lo que para nosotros significa mil millones) en YouTube. Lady Gaga debería batir el récord el día 20 de octubre, si no antes. Bieber debería llegar a la misma cifra el día 1 de noviembre.
Pero ¿por qué precisamente Lady Gaga y Justin Bieber, desconocidos hace un par de años, son hoy los reyes de YouTube? La respuesta es sencilla. No reinan ahí como consecuencia de su popularidad fuera de internet, sino que triunfan fuera gracias a que su marketing está orientado a las redes sociales. Tanto el manager de una (Troy Carter) como el del otro (Scooter Braun), son conscientes de la importancia de usar internet en beneficio de la fama de sus clientes. De hecho, mientras sus artistas se 'pelean', ellos han llegado a dar conferencias conjuntas sobre el tema. En ellas desvelaron algunos secretos sobre sus estrategias, como que Bieber pasa más de dos horas al día en Twitter, que Lady Gaga crean vídeos musicales específicamente para YouTube o que prefieren no molestan demasiado a los espectadores con publicidad en los vídeos.
Sin duda lo más sorprendente fue que dijeron que no querrían representar a una estrella que no utilizara la tecnología. Tienen claro que el negocio no sólo consiste en hacer buena música, sino también en hacer contactos y en usar la técnica. Quizá Gaga y Bieber tengan en común que forman parte de la primera generación de estrellas obligadas a manejarse con internet y las redes sociales como una parte más de su trabajo. Como muchos de nosotros, por otro lado.