Kate Middleton y el Príncipe Guillermo compartirán casa con el Príncipe Harry
Lo de compartir vivienda para ahorrar gastos llega hasta a las monarquías más añejas. Aquello de "el casado casa quiere" no se podrá relacionar, de momento, con Kate Middleton y el primogénito de Lady Di y Carlos de Inglaterra.
Según informa la prensa británica, la pareja vivirá con el Príncipe Harry en Clarence House porque aún no tienen decidido dónde quieren fijar su domicilio conyugal. ¿Estarán esperando a que salga alguna promoción de Viviendas de Protección Oficial?
Los periódicos del Reino Unido señalan que no es probable que Harry tenga que hacer cola en la puerta del cuarto de baño mientras Kate termina de ducharse y de depilarse el entrecejo porque apenas coincidirán en la residencia real. "Harry está fuera con las Fuerzas Armadas del Ejército del Aire la mayor parte de la semana así que no tendrán mucho problema", apuntan.
Clarence House, donde los dos príncipes y la princesa convivirán como si de un Gran Hermano Real se tratase, se encuentra en The Mall, en pleno corazón de Londres. Ésta es la calle que une el Palacio de Buckingham con Trafalgar Square. La 'casita' está adyacente al Palacio de Saint James con la que comparte los jardines.
Hasta 2003 Clarence House fue la residencia de la Reina Madre. Actualmente viven también el Príncipe Carlos de Inglaterra y su esposa Camila, de forma que tras la boda puede que la madrastra del futuro Rey de Inglaterra tenga que mudarse a otro lugar.
La disposición de las habitaciones y la distribución de su contenido siguen siendo las mismas que durante la época de la Reina Madre con gran parte de la colección de obras de arte de Su Majestad aún en su ubicación original.
Clarence House tiene expuesta gran parte de la famosa colección de arte de la Reina Isabel, incluidas notables pinturas del siglo XX. También hay expuestos soberbios ejemplos de Fabergé, así como de porcelana y plata inglesas. El palacio puede visitarse y está abierto al público dos meses en verano pero las entradas deben comprarse con mucha antelación.