La figura de Kevin Federline, en tiempos el sexy ex marido de Britney Spears, se transforma por momentos. El que fuera esposo de la princesa del pop, que espera un nuevo hijo de su actual pareja, Victoria Prince, se ha abandonado hasta puntos preocupantes. Se ha convertido en el clásico americano de tallas XXL adicto a la comida basura.
En un programa de la televisión americana, Kevin confesó que toma entre 12 y 24 latas de bebidas con gas al día. “Como pizza, macarrones, queso… esa combinación me ha hecho engordar muy rápido, parezco que estoy embarazado y eso me cabrea”, declaró. El ex de Britney reconoce que todo este aumento de peso se debe a que se ha abandonado: "Yo siempre he estado en forma".
Britney no está siguiendo el mismo camino. La cantante mejora día a día. La estrella del Louisiana reapareció delgada y radiante este fin de semana en una entrega de premios. Atrás quedan los tiempos en los que lucía lorzas y papada sobre los escenarios con total despreocupación. De hecho, la dieta milagro de Britney copa las portadas de la prensa estadounidense de esta semana.
La estrella, que se prepara para su próxima gira mundial, ha recuperado su imagen gracias a una dieta de 1500 calorías diarias combinadas con intensivas horas de ejercicio físico. Asimismo la prensa americana asegura que la actual pareja de Britney, Jason Trawick, la motiva para que no abuse de los dulces y de la comida basura que tanto le gusta.